RESUMEN DEL DON QUIJOTE DE LA MANCHA (Miguel de
cervantes)
La cuna del hidalgo.
Nombre, retrato y descripción de sus costumbres. La lectura de los libros de
caballerías le hace perder el juicio. El hidalgo decide revivir la caballería
andante. Repara sus armas. Busca un nombre para su caballo: Rocinante. El
hidalgo inventa a don Quijote. Elige por dama a Dulcinea del Toboso.
Capítulo 2
En el segundo capítulo se narra la primera salida
de don Quijote, solo, y su necesidad de ser armado caballero por el primero que
vea. Parte por la mañana y, allegada la noche, entra en una venta que confunde
con un castillo. Allí se ríen dos mozas de su aspecto ridículo pero al ventero le
impone cierto respeto y le ofrece posada. Mientras don Quijote está comiendo
llega un castrador de puercos, lo cual le parece a don Quijote la confirmación
de que se encuentra en un castillo
Capítulo 3
En este capítulo se narra la investidura de don Quijote
como caballero. Esto se lo pide al ventero a quien considera señor del castillo
y éste le sigue la corriente y le ordena que vele sus armas durante la noche.
Entretanto el ventero informa a los demás huéspedes de la locura del
protagonista y éstos lo comprueban personalmente cuando intentan quitarle sus
armas, ya que les ataca. Se desata una pelea contra don Quijote, que es
apedreado, hasta que el ventero le pone fin nombrando caballero al hidalgo,
quien inmediatamente después sale en busca de aventuras.
Capítulo 4
Tras haber sido armado caballero don Quijote parte
de la venta en busca de aventuras. Interviene al ver el abuso de poder un
labrador, Juan Haldudo, frente a su mozo Andrés. Don Quijote obtiene un éxito
momentáneo al confiar en la palabra de honor del opresor pero una vez partido
el caballero, el mozo es azotado con más fuerza que antes. Sigue don Quijote y
divisa unos mercaderes toledanos a los que quiere hacer confesar que su amada
Dulcinea es la doncella más hermosa del mundo. No obstante, no lo consigue y es
apaleado por los mercaderes.
Capítulo 5
Al principio de este capítulo don Quijote, tendido
en el camino, se cree Valdovinos. Pasa por allí casualmente un vecino suyo que
lo encuentra malparado y lo lleva a su casa. Allí se encuentran al Barbero, al
cura, al ama y a la sobrina de don Quijote.
Capítulo 6
En este capítulo se procede al escrutinio de los
libros de don Quijote a los que el ama y la sobrina consideran la causa de su
locura. La mayoría de ellos van a ser quemados, aunque algunos se salvan,
Aparece también una crítica de la Galatea de Cervantes.
Capítulo 7
Se termina el escrutinio de los libros de do
Quijote y las mujeres los queman. Acto seguido se tapia la biblioteca del
caballero y a éste le explican que un sabio, Frestón, la ha hecho desaparecer.
Don Quijote coge dinero y elige a Sancho Panza, un humilde labrador al que
promete el gobierno de una ínsula, como su escudero. Parten los dos en busca de
aventuras sin contárselo a nadie.
Capítulo 8
La primera aventura tras la segunda salida de don
Quijote es la de los molinos de viento. En ésta el caballero no atiende las
advertencias de su escudero Sancho y se enfrenta a un molino que confunde con
un gigante. Sale malparado. Tras esto sigue una conversación entre Sancho y don
Quijote sobre la caballería. Cuando ven dos bultos negros se dirigen hacia
ellos. Se trata de dos frailes y don Quijote arremete contra uno de ellos.
Cuando Sancho se dispone a robarle sus pertenencias al fraile es apaleado por
dos mozos. Entretanto don Quijote se dirige a una señora vizcana que se
encontraba cerca de los frailes y desafía a uno de sus acompañantes.
Capítulo 9
En el noveno Capítulo, primero de la segunda parte, el autor busca la
continuación de la historia y afirma haber encontrado el manuscrito de Cide
Hamete. Sigue una descripción de Sancho y Rocinante y se retoma el combate
entre don Quijote y el vizcaíno. En éste sale don Quijote victorioso y deja
marchar al vizcaíno con la condición de presentarse ante Dulcinea.
Capítulo 10
Don Quijote y Sancho dialoga sobre las caballerías y don Quijote promete
a su escudero enseñarle muchos secretos como el bálsamo de Fierabrás contra las
heridas. Don Quijote se percata de que su celada está rota y jura no descansar
hasta encontrar otra, el yelmo de Mambrino. Le cuenta también a Sancho las
comidas de los caballeros andantes.
Capítulo 11
Los dos protagonistas se encuentran con unos cabreros, con los que cenan
y don Quijote mantiene un discurso sobre la Edad de Oro entre la música de un
rabel.
Capítulos 12 a 14 (HISTORIA INTERCALADA)
Marcela, una muchacha huérfana que hasta los 15 años aproximadamente ha
vivido con su tío y luego se ha marchado al campo para cuidar de unas ovejas,
es tan bella que enamora a todo el que la ve. Uno de éstos es Grisóstomo, un
acomodado pastor, que ha andado buscándola y no ha visto correspondido su amor.
Por este motivo muere de pena y desesperación y don Quijote, junto con los
demás cabreros y Sancho, se dirige al entierro. Allí se lee una canción
compuesta por el difunto, en la que manifiesta su desesperación por el amor no
correspondido. Marcela hace acto de presencia y todos los presentes la culpan
de la muerte de Grisóstomo aunque ella se defiende manteniendo que lo que es
amado por hermoso no tiene que amar a quien le ama. Acto seguido se aleja por
el campo.
Capítulo 15
Se despiden don Quijote y Sancho de los cabreros y parten Siguen por un
camino cuando Rocinante ve unas yeguas y queda prendado de ellas. Ven esto los
dueños de las yeguas, veinte gallegos, y apalean al caballo. Al intentar Sancho
y don Quijote defender a su caballo, también son tundidos a palos. Tras esto
sigue un diálogo entre los dos personajes quienes atribuyen el molimiento a su
mala suerte y afirman haber sido molidos pero no afrentados. Continúan la marcha
y llegan a una venta que don Quijote imagina ser castillo.
Capítulo 16
En la venta don Quijote y Sancho son curados tras su pelea por la mujer
del ventero, su hija y Maritornes, que no tardan mucho e comprobar la locura
del caballero. Éste que cree haber llegado a un castillo, es acomodado en una
cama muy rudimentaria y sueña que la hija del ventero, la dama del castillo, se
ha enamorado de él. Por este motivo la confunde con Maritornes, que se había
apalabrado para esa noche con una arriero hospedado en la venta, y se acuesta
con ella. Acto seguido se desata una pelea nocturna entre Sancho, el arriero,
don Quijote, el ventero, Maritornes y un cuadrillero.
Siguen los sucesos de la venta y, a fin de sanar tantas palizas y
porrazos se le ocurre a don Quijote confeccionar el bálsamo de Fierabrás, que
con sus poderes extraordinarios les curará heridas y chichones. Sancho coincide
con su amo en que un moro les ha castigado encantando la venta.
A continuación don Quijote se dispone a abandonar la venta, aunque se
niega a pagar su estancia. Sancho tampoco quiere pagar y es manteado. El
ventero se queda con sus alforjas.
Capítulo 18
Don Quijote y Sancho reflexionan sobre los sucesos en la venta de
Palomeque y culpan de ellos a los encantadores. Siguen por el camino y cuando
don Quijote ve dos rebaños de ovejas los confunde con dos ejércitos y con
personajes de los libros. Pese a las advertencias de su escudero, el caballero
se pone de parte de uno de los ejércitos y arremete contra el otro. Entretanto
llegan los pastores y apalean a don Quijote por defender a las ovejas. Don
Quijote acaba muy malparado y Sancho está a punto de abandonar a su amo debido
a su mala suerte cuando no encuentra las alforjas. No obstante, don Quijote le
convence para que no se vaya y atribuye su mala suerte a los encantadores.
Capítulo 19
La aventura del cuerpo muerto. El bachiller Alonso López de Alcobendas.
El caballero de la Triste figura.
Capítulo 20
Aventura de los batanes. Sancho hace lo que otro no puede hacer por él.
Lágrimas y burla de Sancho. Don Quijote impone silencio a Sancho.
Capítulo 21
Comienza a llover por lo que un barbero utiliza su bacía para cubrirse
la cabeza. No obstante, don Quijote la confunde con el yelmo de Mambrino y
acomete contra el barbero y le quita su bacía y Sancho los aparejos del asno
del barbero. Continúan su camino y don Quijote cuenta para ilustrar a Sancho
una novela caballeresca protagonizada por el caballero del Sol. Al final de su
historia don Quijote reflexiona sobre las dos clases de linaje que existen en
el mundo.
Capitulo
22
En este
capitulo se nos cuenta otra aventura de Don Quijote y Sancho en la cual
nuestros dos personajes se encuentran con muchos malhechores que van a cumplir
condena en las galeras del rey.
Don
Quijote y Sancho iban caminando tranquilamente por un descampado cuando
encontraron en su camino a unos galeotes, presos, que iban escoltados por unos
comisarios armados. Don Quijote al ver que estos presos iban encadenados se
interesó del porque de esta inhumana situación. Sancho se lo intento explicar,
pero al no quedar satisfecho este comenzó a preguntarle a los galeotes el
porque de su condena. Los galeotes comenzaron uno por uno a explicarle a Don
Quijote el porque se encontraban encadenados y condenados a trabajar en las galeras
del rey.
Don
Quijote al considerar injusto, que esos hombres estuvieran condenados por algo
que él no consideraba una pena mayor, decidió liberarlos y dejarlos marchar en
paz. Al acabar esta pequeña batalla entre los galeotes y Don Quijote contra los
comisarios, Don Quijote les dijo a los galeotes que fueran a visitar a su amada
Dulcinea del Toboso a contarle que el caballero de la triste figura, Don
Quijote, les había liberado de sus cadenas y penas. Los galeotes además de
negarse a cumplir este pequeño mandato comenzaron a apedrear y saquear a Don
Quijote y a Sancho, dejándoles a la intemperie casi desnudos.
Capitulo
23
En este
capitulo se nos narra como Don Quijote y Sancho se refugian en Sierra Morena
para así huir de la santa hermandad que les perseguían.
Mientras
estaban Don Quijote y Sancho durmiendo se acercó allí uno de los galeotes que
habían escapado en el capitulo anterior y le robó a Sancho su asno para mas
tarde venderlo y sacar así algún dinero, ya que por el caballo de Don Quijote,
Rocinante, no ganaría ni una sola moneda.
Después
de que Don Quijote hubiera consolado al pobre Sancho prometiéndole que le
conseguiría cinco asnos mas, ambos personajes comenzaron a andar por esa
angosta sierra en busca de nuevas aventuras. Poco después de este desafortunado
incidente se toparon Don Quijote y Sancho con un cojín y una maleta, la cual
tenia varias comisas, un librillo y una bolsa con un montoncito de escudos de
oro.
Don
Quijote al leer el librillo se intereso por saber quien podría ser el dueño a
sí que él y Sancho se dispusieron a buscarle a trabes de esa angosta sierra. Al
cabo de un considerable tiempo encontraron a un cabrero que les contó todo lo
que sabia sobre ese misterioso personaje.
Este
cabrero les contó que este era un hombre loco por momentos, ya que en ocasiones
se comportaba de forma muy caballerosa y cortes y en otras ocasiones se
comportaba de una forma muy brutal y loca. El cabrero había acordado junto con
unos amigos el llevar a este peculiar personaje a la villa de Almodovar para
que le pudieran curar y también para que tanto el cabrero como Don Quijote se
pudiesen informar de quien era ese misterioso hombre.
Capitulo
24
Cardenio,
que así se llamaba el hombre loco que vivía en Sierra Morena, estaba muy
agradecido por la ayuda que en un principio le querían dar los tres personajes
anteriormente nombrados y a cambio de estas, supuestas, ayudas les comenzó a
contar una historia.
Cardenio
pertenecía a una familia rica y estaba enamorada de Luscinda hija también de
otra familia rica. Cuando Cardenio había conseguido el consentimiento del padre
de Luscinda para casarse con ella, el padre le comunico que tenia que irse a la
casa del Duque Don Ricardo. Cardenio mantenía una gran amistad con el hijo del
Duque Don Ricardo con el cual tenia una confianza absoluta. En una de las
cartas que la amada le manda a Cardenio le pide que le envíe el Amadis de
Gaula, al oír Don Quijote el nombre de este peculiar libro comenzó a relatar
historias de este libro y de otros que él consideraba interesantes. Tras este
peculiar paron Cardenio continuo contando su historia y llegó un momento en el
que se puso a hablar de la reina Madasima, Don Quijote tras oír esto Don
Quijote le comenzó a tratar como un loco y como un mentiroso. Cardenio al ver
la actitud de Don Quijote le tiro un guijarro que había junto a él, Sancho y
Cardenio sufrieron el mismo ataque que Don Quijote.
Capitulo
25
Cuando
Don Quijote y Sancho se estaban adentrando en la sierra Sancho le dijo a Don
Quijote que se quería volver a casa y que estaba harto de las aventuras y
andanzas de Don Quijote. También le dijo que no entendía por que quería
encontrar a Cardenio ya que este no iba a continuar contando la historia que
había comenzado. Don Quijote le dijo que debía impedir que alguien tan loco como
Cardenio fuese diciendo mentiras de una reina tan y honrada como Madasima.
Mientras
tanto llegaron a un lugar donde Don Quijote se detuvo para hacer penitencia,
imitando así a Amadis de Gaula, de esta forma comenzó a gritar en lo alto de
una montaña diciendo que estaba haciendo penitencia por su amada Dulcinea del
Toboso.
Tras
haber acabado la penitencia Don Quijote le dice a Sancho que tiene que ir a
pasar 3 días con Dulcinea y en esos días le tiene que contar todo lo que había
hecho Don Quijote en honor de Dulcinea, y que además le tenia que llevar una
carta a Dulcinea departe de Don Quijote. Sancho le pregunta que quien era
Dulcinea del Toboso y Don Quijote le dice que su verdadero nombre es Aldanza
Lorenzo.
Sancho al
oír este nombre comienza a hablar mal de ella y se enzarza en una pequeña pelea
con Don Quijote. Acabado esto Don Quijote comienza a escribir la carta que le
mandaría a su amada y tras leerla se la entrega a Sancho para que monte encima
de Rocinante y se la lleve.
Capitulo
26
Cuando se
marchó Sancho Don Quijote se encontró solo y sin saber que hacer y entonces
decidió imitar al Amadis de Gaula en sus todos y actitudes melancólicas, tras
esto comienza a alabar al Amadis de Gaula y que sea imitado por todos en cuanto
pudiesen.
Tras
rezar un millón de avemarías nos comienza a relatar una poesía en la cual nos
describe el paisaje en el que se encuentra. Al no tener nada de que sustentarse
comienza a buscar algunas de hierbas para poder mantenerse. Entonces Cervantes
pasa a contarnos lo que le sucedía a Sancho.
Al llegar
Sancho a la venta ve salir de allí al cura y al barbero que al reconocerle le
preguntan por su amo, Sancho le comienza a relatar todo lo que les había
sucedido incluyendo la carta que llevaba encima. Cuando el cura y el barbero le
piden la carta para leerla Sancho se da cuenta que no la encuentra y comienza a
recordar que trataba. Los dos hombres al darse cuenta de que la carta no-tenia
sentido alguno se comenzaron a reír de la poca memoria que tenia el pobre de
Sancho que no se acordaba de lo que iba la carta. Mas tarde le ofrecieron algo
de comida y decidieron ir a buscar a Don Quijote par llevarle con su amada
Dulcinea del Toboso.
Capitulo
27
Se
vistieron el cura, el barbero y Sancho con ropa apropiada para ir a buscar a
Don Quijote y contarle que dulcinea le enviaba un mensaje hablado en el cual
requería su presencia ante ella. Sancho fue a buscar a Don Quijote mientras el
cura y el barbero les esperaban.
Mientras
estaban esperando noticias de Sancho y Don Quijote escucharon como Cardenio se
acercaba a ellos y al ver que el cura y el barbero conocían el principio de su
historia decidió contársela de nuevo hasta el final, que dice así:
Repitió
la historia hasta que comenzó a decir que Don Fernando había separado de
Luscinda al pobre de Cardenio, al poco tiempo recibió una carta de Luscinda en
la cual decía que su padre había acordado con Don Fernando el próximo
casamiento de Luscinda con este. Al oír esto Cardenio se apresuro en irse junto
a su amada para hablar con ella antes de la boda. Luscinda acordó que si no
conseguía anular la boda antes de "sí quiero" se mataría con una daga
que llegaba escondida. Cuando Cardenio aprecio como su amada pronunciaba el
"sí quiero" sin hacer nada para evitarlo decidió refugiarse en esos
montes para allí pasar el resto de su vida.
Cuando
Cardenio acabo de contar esto se oyó una voz que lloraba también penas de
amores.
Capitulo
28
Cuando se
pusieron a buscar a la persona que de la cual procedían esos llantos
encontraron a una mujer que también tenia una historia que contar. Esta mujer
afirmo llamarse Dorotea y decía que estaba allí ya que un hombre llamado Don
Fernando le había prometido matrimonio pero este la dejo tras conseguir sus
propósitos, días después se había enterado de que este Don Fernando iba a
casarse con Luscinda pero esta en el momento de la boda se había desmayado
encontrando en su vestido una nota que decía que ella en realidad quería a
Cardenio pero que había dicho que si por no desobedecer a sus padres y que
tenia la intención de matarse si no la dejaban estar con Cardenio, lo que se
confirmo tras encontrar también una daga en su vestido. Después de este
acontecimiento Fernando entro en cólera e intento matar allí mismo a Luscinda
pero los invitados se lo impidieron. A los pocos días Fernando salió de la
ciudad sin dejar rastro alguno y al poco tiempo Luscinda hizo lo mismo.
Capitulo29
Al final
de todo Cardenio le confiesa a Dorotea su identidad y le dice que no descansara
hasta verla con el que debiera de ser su esposo Don Fernando.
Al poco
tiempo escucharon que Sancho llegaba y les decía que había encontrado a Don
Quijote desnudo y casi muerto de hambre y que había dicho que no aparecería
ante su amada, Dulcinea, hasta que se hubiera convertido en un gran caballero
digno de su amada.
Acordaron
que Dorotea se hiciese pasar por la princesa Micomicona que iba en busca de Don
Quijote para que este matase a un gigante. Se subió Dorotea a la mula del cura
y así salir en busca de Don Quijote. Cuando Dorotea encontró a Don Quijote le
dijo que no podía comenzar otra nueva aventura a menos que vengara primero al
que entro en el reino de esta princesa, Don Quijote caballerosamente accedió y
le dijo a Sancho que armase a Rocinante que seguirían a la princesa hasta donde
ella mandase.
Cuando se
encontraron Don Quijote, la princesa y Sancho con el cura, el barbero y
Cardenio fingieron un encuentro casual para así acompañarles. Por el camino el
cura le contó a Don Quijote que el había ido con el barbero a cobrar unos
impuesto pero que se los habían robado unos galeotes que, probablemente, habría
liberado un loco. A todo esto Don Quijote no sabia que decir pues había sido él
quien liberó a los galeotes.
Capitulo
30
Al poco
tiempo Sancho les contó a todos que había sido Don Quijote el que había
liberado a los galeotes. Don Quijote rápidamente dijo que su misión como
caballero era ayudar a los desgraciados y no descubrir si sus penas eran
verdaderas o falsas.
Para
calmar la rabia de Don Quijote Dorotea se comenzó a inventar la historia de la
princesa Micomicona, su supuesta historia. Ella era hija del rey Tinacrio el
Sabidor y de la reina Jaramilla. El rey predijo que el gigante Pandafilando le
pediría matrimonio a la princesa Micomicona, pero como esta no se quería
casarse con el gigante partió a buscar a un caballero que la salvase del
gigante y que posteriormente se casase con ella.
Al oír
esto Don Quijote se lo dijo a Sancho el cual se alegró al saber que ya tenían
un reino al que mandar. Pero Don Quijote le dijo al momento que él le cortaría
la cabeza al gigante pero que no se casaría con ella ya que estaba enamorado de
Dulcinea.
Tras oír
esto Sancho se enfadó profundamente y llego a decir que Dulcinea no merecía a
Don Quijote lo que produjo el gran enfado de Don Quijote que llego a arrearle
varias veces.
A lo
lejos vieron venir a un hombre montado en el asno de Sancho por lo que Sancho
comenzó a gritar al hombre que lo montaba escapando y dejando al asno libre.
Sancho al volverse a encontrar con su asno comenzó a besarle como si de una
persona se tratase. Don Quijote dijo que todavía mantenía la promesa de
regalarle tres asnos más. Al poco rato Don Quijote le dijo a Sancho que le
contara todo lo que había sucedido en el viaje que tubo hacia la casa de
Dulcinea.
Sancho al
no saber que decir no hacia mas que decirle mentiras a su amo acerca de la
supuesta conversación que mantuvo con Dulcinea.
Sancho le
decía a Don Quijote que nada mas llegar Dulcinea rompió la carta ya que al no
saber leer no quería que nadie la leyera por ella, entonces Dulcinea insistió
en que Don Quijote fuese a verla al Toboso. Don Quijote preguntaba
constantemente que era exactamente lo que Dulcinea había dicho pues le
interesaba la pura verdad.
Llego un
momento en el que Don Quijote dudó si ir con Dulcinea primero o ir primero a
cortarle la cabeza al gigante. Ante esta duda Sancho le dijo que fuese primero
a donde se encontraba el gigante, ya que Sancho veía peligrar el señorío que le
había prometido.
Capitulo
32
En este
capitulo se nos cuenta como Don Quijote y Sancho vuelven otra vez a la venta
donde ya habían tenido alguna aventura con anterioridad.
En esta
venta se encuentran también el cura, el ventero, y los habituales ocupantes de
la venta. Estos personajes estuvieron discutiendo durante un largo periodo de
tiempo acerca de la autenticidad o no de las historias de los libros de
caballería. El cura y el barbero argumentaban que los libros de caballería eran
mentiras e invenciones de unos escritores que lo único que deseaban era
entretener a la gente. El ventero y los ocupantes de la venta argumentaban que
estos libros eran historias verdaderas que le habían sucedido a unos personajes
en el tiempo y contexto que en el libro se citaban.
El cura y
el barbero decían que todos los libros que había en la venta se debían quemar,
además no mucho tiempo atrás habían encontrado en la venta una maleta con tres
libros: Don Cirongilio de Tracia, Félixmarte de Hircania y la Historia del Gran
Capitán Gonzalo Hernández de Córdoba. Además de estos libros encontraron
también unas hojas, de muy buena letra, en las cuales estaba escrita una novela
llamada: La novela del curioso impertinente la cual leyó el cura en voz alta
para que todos la escucharan.
Capitulo
33
En este
capitulo se nos cuenta la convela del Curioso Impertinente tal y como se supone
que se relataba en las hojas que encontraron en la venta.
En esta
novela se nos habla de dos amigos, Lotario y Anselmo el cual se casó con
Camila, cuya amistad era tan grande que llegaron a llamarlos los dos amigos.
Entre estos dos personajes se produjo un dilema ya que Anselmo, que se
encontraba casado con Camila gracias a las mediaciones de su amigo Lotario para
unirlos en casamiento, quería poner a prueba a su mujer, Camila, haciendo que
su amigo Lotario ofreciera a Camila regalos y joyas para que se probase así la
fidelidad que tenia Camila hacia su esposo Anselmo.
Lotario
en un primer momento se niega a hacer tal cosa ya que consideraba que Camila
era una mujer muy pura y muy honrada como para acceder a estas ofrendas de
Lotario y que lo único que se conseguiría con este plan es demostrar la
honestidad de Camila y la poca confianza que tiene Anselmo hacia su mujer.
Lotario
tras ver que su amigo estaba dispuesto a utilizar a otra persona para poner en
practica su plan accede a ponerlo en practica él mismo. Pero lo que hace es
contarle a Anselmo conversaciones ficticias en las cuales Camila no accede a
las ofrendas de Lotario. Anselmo al darse cuenta de este amenaza de nuevo a Lotario con
buscar a otro, pero Lotario le jura que volverá a poner en practica el plan que
había ideado Anselmo con anterioridad para lo cual Anselmo deja solos a Camila
y a Lotario durante 8 días para que Lotario pusiera en marcha el extraño plan.
Durante 3
días no ocurrió nada pero al cuarto día Anselmo se decidió y le dijo a Camila
lo que acontece en el siguiente capitulo.
Capitulo 34
En este
capitulo sé continuo la novela del Curioso Impertinente.
Tras esos
días de incertidumbre Camila se da cuenta de los sentimientos de Lotario y le
escribe una carta a su marido contándole lo que esta sucediendo, Anselmo viendo
que el plan funciona responde a su esposa diciéndole que no se preocupara de
nada que él llegaría pronto.
Cuando
este llega le pregunta a su amigo Lotario que es lo que sucede y este le
confirma la pureza de su mujer la cual no cesa de rechazar sus proposiciones.
Camila le cuenta todo a su criada Leonela la cual utiliza esta información para
llevar a la casa de Camila todas las noches a su amante, sabiendo que si Camila
decía algo a Anselmo esta se lo contaría todo acerca del verdadero amor de
Lotario hacia Camila.
Lotario
le cuenta a Anselmo que ha visto salir a un hombre de la casa pensando que este
había estado con Camila, habiendo estado en realidad con la criada, Leonela.
Entre
Lotario, Camila y Leonela consiguen que Anselmo se esconda como quien no quiere
la cosa en una habitación de la casa para así poner en funcionamiento un plan
para que tanto Camila como Lotario pudieran quedar bien y resolver todo el
entuerto que se había formado. Al acabar con este plan Anselmo sale a hablar
con Lotario para manifestarle su alegría tras ver que su esposa es tan pura y
sincera como creían en un primer momento y para felicitar a Lotario por lo buen
amigo que era y lo bien que se había portado con él.
Capitulo 35
Antes de
que hubiera acabado el cura de leer la novela apareció Sancho por la puerta
diciendo que Don Quijote estaba librando una gran batalla contra el gigante
enemigo de la señora princesa Micomicona. Al oír esto el cura se levanto con
rapidez cuando oía un gran ruido acompañado de las voces amenazantes de Don
Quijote.
Cuando
entraron en la habitación de Don Quijote vieron que este se encontraba a
cuchillada limpia con los cueros de vino. Lo más extraño de la situación eran
las pintas que tenía Don Quijote y que además de tener los ojos cerrados, ya
que se encontraba soñando y no despierto, estaba con una camisa que apenas le
cubría los muslos, las piernas no excesivamente limpias y llenas de vello, y
ademes en el brazo izquierdo tenia envuelta la manta de la cama.
Al ver
todo revuelto y lleno de vino, el ventero se abalanzó sobre el pobre Don
Quijote porpinandole gran numero de golpes a puño cerrado, tan fuerte le daba
el ventero que si no llega a ser por Cardenio y por el cura Don Quijote se
hubiera quedado hay de por vida. Tras un corto espacio de tiempo el barbero
consiguió despertarle hechadole un cubo de agua fría en la cabeza. Después de
que Don Quijote se hubo quedado dormido de nuevo continuaron leyendo la novela
del Curioso impertinente.
Continuando
por donde nos habíamos quedado en la lectura de esta curiosa novela Leonela se
había escapado con Camila y Lotario dejando a Anselmo solo en la casa. Cuando
Anselmo descubrió que le habían dejado solo decidió irse a una de las casas que
tenia un amigo suyo en el campo, donde murió una vez hubo escrito un epílogo de
su vida, en la cual explicaba como moría por Camila.
Una vez
acabaron de leer el libro el cura la califico de poco creíble ya que no se
explicaba como alguien que lo tenia todo como Anselmo pudo liar tanto las cosas
para comprobar la sinceridad de su mujer, la cual al final le acabo
abandonando.
Capitulo 36
Se
encontraban en la puerta de la venta el ventero que divisó como se acercaban a
la venta una tropa de huéspedes. Le pregunto Cardenio al ventero cuantos eran
los posibles visitantes, a lo que respondió el ventero diciéndole que eran
cuatro a caballo, dos a pie y una mujer vestida de blanco. Al oír esto Cardenio
entro en la habitación de Don Quijote.
Cuando
llegaron los caballeros a la venta se apearon de los caballos y trasladaron del
sillón a una silla, que estaba próxima a la habitación de Don Quijote, a la
misteriosa mujer.
Todos se
preguntaban quien seria esta extraña mujer pero nadie daba respuesta a las
preguntas que Dorotea hacia a los mozos. Cuando Cardenio se entero de quien era
esa misteriosa mujer se dio cuenta que la conocía y comenzó una larga
conversación con ella, pareciendo que se la estaba disputando con Fernando, el
caballero que la había trasladado del sillón a la silla. Al poco tiempo se descubrió
que la mujer se llamaba Luscinda y no Micomicona como había dicho Sancho con
anterioridad.
Capitulo 37
Mientras
tanto el propio Sancho se creía que la Dorotea era una princesa, que el famoso
gigante era Fernando. A todo esto Don Quijote seguía durmiendo en sus
aposentos. En la venta se encontraban todos muy contentos ya que al estar
prácticamente llena la venta las ganancias para el ventero eran bastante
considerables. Entre tanta felicidad solo Sancho era el triste pero al poco
rato se despertó Don Quijote y comenzó a hablar con él.
Don
Quijote le contó a Sancho la aventura, imaginaria claro esta, que había tenido
este con el famoso gigante al cual había liquidado de tal forma que llego a
comparar la sangre del gigante con enormes ríos de agua. Sancho al oír esto le
corrigió diciéndole que más que ríos de agua eran ríos de vino tinto, haciendo
alusión a los cueros de vino que había destrozado Don Quijote. Al oír esto Don
Quijote le pidió una explicación a Sancho de porque decía ríos de vino tinto, a
todo esto Sancho le explico lo que había sucedido y también le explicó lo que
estaba sucediendo actualmente en la venta.
Don
Quijote bajo al salón y comenzó a hablar con Dorotea la cual en alguna ocasión
quiso cortarle, mas Fernando no se lo permitía ya que le interesaba todo lo que
allí se hablaba. Una vez hubo acabado la conversación Fernando se comprometió
en llevar a Don Quijote a su, casa quedando de este modo, los venteros,
enormemente aliviados y alegres.
Capitulo 38
En este
capitulo se ve como Don Quijote habla del soldado, de cómo es la persona más
pobre que hay en el mundo ya que tiene que sobrevivir con los mínimos recursos
existentes y aun así consigue sacarle el mayor partido a cualquier situación
dificultosa. También les dijo que los menos premiados en la guerra y los más
importantes en ella son los pobres soldados, que además suelen morir en ellas.
También
comparó el trabajo de los letrados con el trabajo de los soldados ya que
trabajan muchisimo mas los soldados que los letrados y en realidad es muchisimo
menor la recompensa que recibe un soldado. También afirmo que es necesaria la
presencia de los letrados ya que sin ellos no habría leyes y sin leyes no se
podrían defender los reinos y sin las leyes no se podrían defender los caminos
y sin esto no habría seguridad ni la gente podría ir tranquilas por las calles.
Una vez
hubo concluido la conversación de Don Quijote el cautivo dijo que ahora iban a
oír el verdadero discurso y cuando todos estaban dispuesto a oír tal
conversación dijo lo que se viene a decir en el siguiente capitulo.
CAPITULOS 39,40 Y 41
HISTORIA DEL CAUTIVO
El
cautivo nos cuenta como su padre dividió su hacienda en tres partes, una par él
y las otras para sus tres hijos. Los cuales deberían dedicarse uno a las armas,
otro a las letras y el otro al comercio.
El
cautivo nos cuenta que él fue quien se dedicó alas armas y que tras unos
cuantos viajes fue apresado y hecho cautivo por el rey de Argel.
El
cautivo tras ser apresado en una prisión de Argel recibió por una ventana de la
cárcel dinero y una carta de una mujer que le decía que quería fugarse con él y
casarse con él.
Con el
dinero de la muchacha el cautivo consiguió escaparse de la cárcel y junto a
unos amigos fue a buscar a la chica y allí consiguieron el tesoro que contenía
escudos de oro.
Tras
múltiples aventuras, entre ellas el haber perdido gran parte del tesoro de
camino a Mallorca, consiguieron llegara montañas leonesas para junto a su amada
buscar si todavía sobrevivía alguno de sus parientes.
En este
capitulo se nos narra como al acabar el capitán Viedma su relato llegó a la
venta un coche en el cual estaban un Oidor y una doncella muy hermosa de
dieciséis años.
El
cautivo descubrió que ese Oidor era su hermano y la hermosa doncella que le
acompañaba era su hija, este hermano suyo, Juan Pérez de Viedma, iba a embarcar
hacia Sevilla donde había sido nombrado Oidor de Audiencia.
Mediante
el cura se presentaron los dos hermanos y la hermosa hija del Oidor con
Zoraida. Al acabar esto decidieron que el capitán y Zoraida se fuesen con el
Oidor y su hija Sevilla y una vez allí avisarían al padre de la mora, Zoraida,
para que asistiera al bautismo y a las bodas de su hija.
Todos
decidieron irse a la cama menos Don Quijote que decidió quedarse haciendo
guardia al castillo para que nadie se acercase ha hacer mal alguno a la gente
del castillo.
Cuando
faltaba poco para el alba escucharon todos a un mozo que cantaba de tal manera
que su voz encantaba a todo aquel que le escuchaba, según palabras de Cardenio.
Capitulo 43
Dorotea
despertó al oír el canto de este extraño muchacho, esta a su vez despertó a
Clara para que escuchase también a este muchacho. Al oír Clara a este joven le
reconoció como Don Luis, hijo de un caballero de Aragón, del cual se había
enamorado desde el momento que lo vio. Este muchacho al enterarse de la partida
de Clara, decidió seguirla y cantarle todas las noches los poemas que él mismo
componía para Clara. Dorotea, al ver el temor que Clara tenía de que su padre
se enterase de los deseos que tenían ambos, decidió tranquilizar a Clara
prometiendo que al día siguiente se le ocurriría algo para solucionar el
problema.
La hija
de la ventera y Maritormes decidieron gastarle a Don Quijote una broma y desde
un agujero del pajar llamaron a Don Quijote, que se encontraba velando por la
seguridad de sus amigos. Don Quijote miro por el agujero que era, según él, una
ventana con rejas de oro y pensando que era la hija del señor del castillo la
persona que estaba al otro lado declarándole su amor a Don Quijote, este le
dijo que haría todo lo que ella quisiese menos corresponderle su amor.
Maritormes
le pidió a Don Quijote que le diese la mano para que así pudiese desahogar todo
el deseo que sentía hacia Don Quijote. Don Quijote aceptó a darle la mano
diciendo que esa mano había sido usada para combatir en grandes batallas.
Mientras Don Quijote se subía a la silla de Sancho Maritormes le ataba la mano
con el cerrojo de la puerta del pajar.
Capitulo 44
Al
amanecer debido a un extraño movimiento de Rocinante Don Quijote quedó colgado
de la mano, Maritormes al oír los grandes gritos que este daba le desato la
mano. Al desatarle la mano Don Quijote se cayo delante del ventero y de los
cuatro jinetes que llegaban a la venta.
Estos
caballeros eran enviados del padre del muchacho, Don Luis, que había estado
cantado la noche anterior en honor de Clara. Estos hombres venían en busca de
este muchacho ya que su padre deseaba verle.
Poco
después el Oidor, padre de Clara, le pregunto al muchacho, que se encontraba en
la venta, quien era y este le dijo que era un vecino suyo que iba siguiendoles
porque amaba profundamente a su hija Clara y deseaba casarse con ella. El padre
al oír esto acepto siempre y cuando el padre del muchacho estuviese conforme.
Acabado esto decidieron irse a Andalucía Don Luis, Don Fernando, el Oidor,
Clara y uno de los criados. Mientras que el resto de los criados fuesen a ver
si el padre de Don Fernando estaba conforme con esta boda.
En ese
momento tuvieron Don Quijote y Sancho la mala suerte de que apareció por allí
el barbero al que Don Quijote le había arrebatado el yelmo de Mambrino, el
barbero al ver a Sancho arremetió contra él llamándole ladrón por haberle
saqueado. Al ver Don Quijote como su escudero peleaba por defender su honor le
prometio que le nombraría caballero en la primera ocasión que tuviera.
Durante
el resto del capitulo estuvieron discutiendo sobre si el famoso yelmo de
Mambrino era yelmo o una simple bacía como afirmaba el barbero.
Capitulo 45
Después
de una gran discusión sobre de quien era la famosa vacía, el cura pagó al
barbero ocho reales por la famosa vacía. Obviamente el cura pagó al barbero los
ocho reales sin que Don Quijote se enterase ya que si esto sucediese se
enfadaría tremendamente. En esta pelea participaron también unos caballeros de
la Santa Hermandad que querían prender a Don Quijote por haber liberado a los
Galeotes.
Uno de
los caballeros de la Santa Hermandad, después de confirmar que era Don Quijote
la persona a la que buscaban, le apreso acusándole de salteador de caminos. Al
ver esto sus amigos corrieron en su ayuda y Don Quijote al verse liberado
comenzó a insultar al caballero ya que le estaba apresando por cumplir los
códigos de la caballería.
Capitulo 46
Después
de que el cura les hubiera explicado que Don Quijote estaba totalmente loco
aceptaron a no meterle en prisión. Después de que este enredo se hubo
solucionado Don Quijote le dijo a la princesa Micomicona que prosiguieran con
la aventura que esta le había encomendado y ella le dijo que partirían en
cuanto Don Quijote quisiese.
Una vez
Don Quijote se dio cuenta que podían partir en busca de sus aventuras le dijo a
Sancho que ensillara a Rocinante para partir cuanto antes. Sancho le dijo a Don
Quijote que recientemente había visto a la supuesta reina Micomicona con Don
Fernando haciendo cosas no excesivamente dignas de una reina. Al oír esto
Dorotea se enrojeció ya que era cierto que había estado con Fernando y era mas
cierto todavía que ella no era la reina Micomicona.
Don
Quijote al oír esto comenzó a insultar a Sancho llamándole embustero y mal
criado. En ese momento Dorotea atribuyó todo lo que vio Sancho a un
encantamiento lo que calmó a Don Quijote e hizo que Sancho se disculpara por su
mala interpretación.
Mas tarde
el cura y el barbero decidieron llevar a Don Quijote engañado hacia su casa,
así que fabricaron una jaula encima de una carreta y se dispusieron a inventar
una historia para que Don Quijote entrara en ella. El cura y el barbero, con
ayuda de Don Fernando, Don Luis, los cuadrilleros y los camaradas de Don
Fernando, se taparon la cara con mascaras y entraron en la habitación de Don
Quijote y de Sancho diciéndoles, con voz fantasmal, que para cumplir la misión
de la princesa Micomicona debía introducirse en la jaula para así cumplir esta
misión. Don Quijote acepto y le agradeció la profecía que le acababa de hacer
el supuesto fantasma. Pero a pesar de esto había quedado muy confuso por que no
recordaba que a ningún caballero le hubieran trasladado en una jaula a su lugar
de destino.
Además de
esto el supuesto fantasma le dijo a Sancho que si seguía con su señor y seguía
sus pasos la recompensa prometida se le daría al acabar la aventura.
Capitulo 47
Una vez
emprendido el viaje se encontraron con seis o siete jinetes de los cuales uno,
que era canónigo de Toledo, se acercó y preguntó porque llevaban a ese hombre
enjaulado. Don Quijote le respondió que él era un caballero andante que debido
a un encantamiento tenia que ir enjaulado. Pero Sancho dijo que su amo no
estaba encantado ya que su comportamiento era totalmente normal. El cura al oír
esto apartó al canónigo y le explico la locura de Don Quijote.
Después
de haber oído esto el Canónigo comenzó a criticar los libros de caballería,
aunque entre todas las criticas resalto algunos puntos interesantes que tenían
los libros de caballería.
Capitulo 48
El
Canónigo y el cura prosiguieron hablando de las novelas de caballería. En un
momento dado el Canónigo llegó a decir que una vez estuvo a punto de escribir
una novela de caballería pero cuando había escrito ya bastantes hojas se dio
cuenta de que debía dejar de escribir esta novela ya que si proseguía con la
novela quedaría encerrado en un mundo del que no podría salir.
Durante
el resto del capitulo el Canónigo y el cura siguieron criticando este tipo de
novelas que lo único que dicen son disparates sin sentido.
Mientras
tanto Sancho le intentaba explicar a Don Quijote que no estaba encantado sino
que estaba embaucado por el cura y el barbero que querían que volviese a casa.
Cuando Sancho se lo estaba explicando Don Quijote le dijo que investigara que
era cierto que todo aquello no le olía demasiado bien.
Capitulo 49
Este
capitulo comienza con Sancho y Don Quijote discutiendo sobre si era cierto o no
el encantamiento de Don Quijote. Al final de la conversación Don Quijote le
dice a Sancho que si que tenia que estar encantado ya que si no lo estuviese no
se dejaría llevar hasta dentro de esa jaula.
Cuando
pararon para descansar Sancho le dijo al cura que dejara salir a Don Quijote
para que así pudiese dar una vuelta y hacer sus necesidades. Mientras Don
Quijote se encontraba fuera de la jaula el Canónigo intento convencer a Don
Quijote de que los libros de caballería no son mas que cuentos sin sentido pero
este le respondió con tantisimos argumentos que el Canónigo se dio cuenta que
era imposible sacarle de su locura.
Capitulo 50
Don
Quijote y el Canónigo proseguían su conversación sobre los libros de caballería
donde Don Quijote comenzó a contar el largo discurso del caballero del Lago en
la cual se describe el paisaje en donde se producen. Después de contar esto
acaba diciendo que desde que es caballero andante es una grandisima persona y
un gran hombre.
Cuando
acabó esto Don Quijote y Sancho volvieron a hablar de la recompensa que le
tenia que dar Don Quijote a Sancho cuando acabara la aventura. Ante esto Sancho
manifestó un gran temor ya que no sabría lo que hacer si llegara a gobernar mal
y en caso de hacerlo no sabría como debería gobernar bien sobre su territorio.
Mientras
iban caminando el grupo encontró un pastor que salía de la maleza detrás de una
cabra a la cual le estaba reprochado que al ser hembra no se podía estar
tranquila. Entonces entablaron una conversación entre el cura y el pastor en la
cual el cura llegó a decir que los montes crían letrados y las cabañas
filósofos. Entonces el pastor para corroborar esto comenzó a contarles una
historia.
El pastor
comenzó a contar la historia de Eugenio y Leandra.
El pastor
contaba que cuando era mas joven se había enamorado de una mujer llamada
Leandra pero como él y otro chico mas le habían pedido su mano el padre dejó la
elección en manos de la propia Leandra, la cual se lo estaba pensando mucho
debido a su juventud. Por aquellos días apareció en el pueblo un soldado que
iba contando muchas historias de guerras y batallas. Leandra al escuchar estas
historias cogió joyas de su casa y se fugó con el soldado. A los pocos días
encontraron a Leandra sin dinero y abandonada ya que el soldado le había robado
las joyas que esta poseía, el padre para darle un escarmiento a su hija decidió
meterla en un convento.
Una vez
acabo la historia explicó que por eso le decía a la cabra que debía ser mujer
ya que su comportamiento era alocado igual que lo fue el de Leandra.
CAPITULO 52
Don
Quijote le dijo al cabrero que si no fuera por que no podían comenzar una nueva
aventura iría a buscar a Leandra y se la traería junto a él, intentando no
incumplir ninguna norma de caballería. El cabrero pregunto que quien era aquel
hombre que hablaba de esa manera. Cuando se enteró de quien era Don Quijote
opino que debía estar loco ya que su forma de hablar no era norma. Cuando Don
Quijote escuchó esto comenzó a insultar al cabrero diciéndole que era él quien
estaba loco, y de este modo se enzarzaron en una pequeña pelea de la cual salió
Don Quijote perdiendo.
Al poco
tiempo vio Don Quijote a un grupo de personas en procesión que llevaban a una
imagen, cubierta con un paño, a una ermita cercana para pedir por la sequía.
Don Quijote al ver esto arremetió contra ellos. Don Quijote partió con su
espada uno de los palos que llevaba un hombre pero este hombre golpeó a Don
Quijote tirándolo al suelo.
Cuando
Sancho vio a Don Quijote tirado en el suelo pensó que estaba muerto y comenzó a
lamentarse por la muerte de su amo. Cuando Don Quijote volvió en sí le dijo a
Sancho que debían volver a casa y esperar un tiempo para salir de nuevo.
Después de esto continuaron el viaje Don Quijote, Sancho, el cura y el Barbero.
Cuando
Don Quijote volvió a casa le estaban esperando el Ama y la Sobrina las cuales se
ocuparon de que Don Quijote descansara en paz y tranquilidad. Sancho manifestó
su gran alegría por las aventuras que tuvieron y manifestó su intención de
volver con Don Quijote.
CAPITULO 1
El Cura y
el Barbero estuvieron bastante tiempo sin ir a visitar a Don Quijote aunque se
enteraban sus progresos por medio de su Ama y de la Sobrina las cuales
afirmaban que estaba recobrando el juicio.
Unos días
después el Cura y el Barbero fueron a visitar a Don Quijote el cual les recibió
efusivamente, Estos estuvieron hablando de muy diversas cosas pensando que Don
Quijote estaba cuerdo. El Cura como prueba de oro decidió contarle a Don
Quijote que el rey estaba recibiendo una invasión. De este modo Don Quijote
contesto diciendo que tendría que recurrir a los caballeros andantes que
gustosamente le ayudarían. De este modo comprendieron que Don Quijote seguía
loco.
El
barbero contó una historia de un loco que residía en Sevilla. Don Quijote en
respuesta a esta historia comenzó a hablar de la edad de los caballeros dando a
entender al Cura y al Barbero que tenia en mente una nueva salida. El Cura
comienza a provocar a Don Quijote diciéndole que los caballeros andantes no
existen y Don Quijote en respuesta comienza a dar opiniones muy documentadas
entre las cuales decía que los caballeros son tan reales que se podría llegar a
afirmar que él ha vista a Amadís, a Reinaldos y a Roldán.
CAPITULO 2
El Cura y
el Barbero decidieron irse a la vez que escuchaban como el Ama y la Sobrina de
Don Quijote están acusando a Sancho, que quería ir a visitar a su amo, de haber
engañando a Don Quijote.
Al oír
esto Don Quijote manda a Sancho entrar para poder hablar con él. Don Quijote le
pregunta a Sancho cual es la opinión del pueblo sobre sus hazañas. Sancho le
responde diciendo que en el pueblo todo el mundo dice que Don Quijote estaba
loco y que Sancho era un mentecato y que también se decía que Don Quijote se
había puesto el "Don" y que se había hecho caballero sin derecho a
ello. Don Quijote dijo que esos rumores eran todos causa de la envidia.
Sancho le
contó también que Bartolomé Carrasco, que acababa de hacerse Bachiller en
Salamanca, le contó que había visto impresa la historia de "El ingenioso
hidalgo Don Quijote de la Mancha". Don Quijote al oír esto mandó a Sancho
en busca del Bachiller.
CAPITULO 3
Cuando se
fue Sancho quedo Don Quijote pensando como era posible que alguien hubiese
escrito sus aventuras si no había transcurrido mucho tiempo desde que comenzó
sus aventuras. También le preocupaba el que el escritor del libro se hubiese
inventado algo acerca de su amada Dulcinea.
Cuando
Sansón Carrasco llegó a donde estaba Don Quijote se arrodillo ante él como si
de un gran caballero se tratara, y comenzó a alabar las aventuras que había
leído en ese libro.
El
capitulo termina contando como el Bachiller y Don Quijote ponen en común
detalles de la primera parte, como por ejemplo lo que hizo Sancho con los cien
escudos de oro que encontraron en Sierra Morena y los errores del autor, como
la inclusión de la novela del Curioso Impertinente y el extraño hurto del
jumento de Sancho. Finalmente el Bachiller le manifiesta lo famosas que son sus
aventuras ya que las leen todas las personas por todo el mundo.
CAPITULO 4
Sancho
comenzó a explicar que fue lo que sucedió con los cien escudos y también
explicó el famoso robo del jumento.
En ese
momento escucharon relinchar a Rocinante lo que consideraron como un indicio de
buena suerte. Mas tarde decidieron realizar una nueva salida en unos tres o
cuatro días.
Mas tarde
después que Don Quijote le hubo pedido al Bachiller que compusiese unos versos
para despedirse de Dulcinea acordaron el marcharse en unos ocho días, con la
condición de que el Bachiller n le dijese nada al Cura, al Barbero, a su
Sobrina, ni al Ama.
CAPITULO 5
En este
capitulo Sancho mantiene una intensa conversación con su mujer, Teresa, acerca
de que Don Quijote y él van a volver a las aventuras y que Don Quijote le había
renovado las promesas de darle una ínsula al terminar sus aventuras.
Durante
el resto del capitulo Sancho y su mujer discuten acerca de sí cuando Sancho sea
monarca de la ínsula su hija deberá casarse con un igual o con un gran monarca
vecino. Como conclusión Sancho obedece a su mujer, la cual se había puesto a
llorar, y le dice que nombraría a su hija condesa lo mas tarde posible.
Acabada
la conversación Sancho se fue con Don Quijote para ultimar los detalles de su
partida.
CAPITULO 6
La
Sobrina y el Ama de Don Quijote al temerse que Don Quijote volviera a las
andadas comenzaron a decirle que seria mejor que fuese a servir al rey y que
dejara de ser un caballero andante. Don Quijote al oír esto comenzó a comparar
a los caballeros andantes con los caballeros cortesanos. Mientras tanto su
sobrina le intentaba convencer de que los caballeros andantes no son mas que tonterías,
también le decía la sobrina a Don Quijote que otro motivo por el cual Don
Quijote no podía ser caballero era por que era pobre y solo los hidalgos y los
ricos podían ser caballeros.
Don
Quijote le comenzó a explicar que él había nacido bajo la influencia de Marte
por lo que debía dedicarse a las armas y añadió que no se molestasen mas en
intentar impedírselo ya que era el cielo quien ordenaba que él fuese caballero.
Al poco
tiempo apareció Sancho y Don Quijote le recibió con grandes abrazos y se encerró
con él en sus aposentes.
CAPITULO 7
En cuanto
el Ama de Don Quijote vio entrar a Sancho se fue a buscar al Bachiller para que
impidiese la salida de Don Quijote y Sancho. Cuando el Bachiller escucho lo que
le dijo el Ama le dijo que se tranquilizara y que se fuese a casa que más tarde
iría él.
Cuando
Sancho estuvo solo con Don Quijote le pidió, por consejo de su mujer, que le
exigiera un salario ya que no se podía mantener de las mercedes. Don Quijote le
dijo que era tradición que los escuderos se mantuviesen de las mercedes de su
señor y que él no estaba dispuesto a romper ninguna tradición caballeresca. Don
Quijote le dijo a Sancho que si no quería continuar siendo su escudero que ya
encontraría otro escudero.
Al poco
tiempo apareció el Bachiller junto con el Ama y la Sobrina de Don Quijote. El
bachiller se acercó a Don Quijote y le animo a proseguir con su aventura
ofreciéndose incluso para ser su escudero. Sancho al oír esto comenzó a llorar
y le dijo que él seguiría siendo su escudero y que solo le había pedido el
sueldo para complacer a su mujer. Después de esto Sancho y Don Quijote se
abrazaron y acordaron que la salida fuese a los tres días. Después de esto el
Ama y la Sobrina se quedaron asombradas y desesperadas al ver que el Bachiller
estaba del lado de Don Quijote y no des suyo.
Sancho
consiguió calmar a su mujer y Don Quijote a su Sobrina y al Ama. A los tres
días partieron hacia el Toboso, pero esta vez Sancho llevaba una bolsa de
dinero que le había dado Don Quijote para cubrir los gastos que se le
presentaran.
CAPITULO 8
Don
Quijote antes de comenzar sus aventuras decide ir a ver a Dulcinea al Toboso
para recibir su permiso y su bendición para emprender sus aventuras. Sancho le
advierte que la ultima vez que vio a Dulcinea estaba recogiendo trigo pero Don
Quijote atribuyó este comportamiento a los encantamientos.
Sancho
comienza a hacer conjeturas acerca de sí el escritor del libro le habrá tratado
bien a pesar de sus defectos. Mientras tanto Don Quijote comienza a manifestar
su deseo de alcanzar la fama y acaba explicando como los caballeros andantes
son capaces de dominar los pecados capitales.
Sancho le
dice a Don Quijote que si lo que quiere es alcanzar la fama seria mejor
dedicarse a la vida santa ya que ese hace más famoso un buen fraile que un gran
caballero andante.
Al
anochecer llegaron al Toboso y Don Quijote decidió entrar una vez fuese de
noche por lo que estuvieron descasando un rato junto a unas encinas. Sancho
estaba preocupado ya que nunca había visto a Dulcinea y tenia miendo de que su
amo le mandase a buscarla.
Capitulo 9
Don
Quijote y Sancho entraron a media noche al Toboso para buscar el palacio de
Dulcinea, que no daban encontrado ya que no existía. Tras un tiempo buscando
llegaron a la conclusión de que ninguno de los dos conocía a Dulcinea ya que
Don Quijote se había enamorado de ella por la buena fama que tenia y Sancho la
había visto también por los comentarios que de ella le habían hecho.
Después
de un buen rato buscando Sancho decide convencer a Don Quijote para que este se
quede esperando en un encinar hasta que Sancho encuentre a dulcinea y le diga
que su amado caballero le esta esperando en un encinar cercano.
CAPITULO 10
Antes de
marchar Sancho en la busca de Dulcinea le había ordenado Don Quijote que se
fijara en las reacciones físicas que mostrara Dulcinea al enterarse de que
estaba allí su caballero.
Antes de
que Sancho comenzara su búsqueda se sentó, donde su amo no pudiese verle, para
reflexionar acerca de la locura de su amo que aunque Sancho le llevase a otra persona
que no fuese Dulcinea, Don quijote juraría que su amada esta encantada. Al
atardecer Sancho vio pasar cerca de él a tres labradoras y fue corriendo junto
a su amo para decirle que Dulcinea se acercaba con dos de sus sirvientas y de
este modo se invento sus ropas para que su amo se pensase que su amada se
acercaba.
Cuando se
estaban acercando las tres labradoras se puso en marcha el plan de Sancho ya
que él pensaba que cuando su amo viese a las tres labradoras, e hiciese caso a
Sancho que decía que era Dulcinea con sus sirvientas, pensaría que estaban
encantadas.
Las
labradoras al oír las alabanzas, que Don Quijote hacia de ellas, salieron
corriendo escapando de Don Quijote y de Sancho. Después de ver como las tres
labradoras Sancho y Don Quijote comenzaron a increpar contra los encantadores
que privaron a Don Quijote de ver la belleza de su amada, Dulcinea. Finalmente
Don Quijote y Sancho prosiguieron su camino hacia Zaragoza donde se celebraban
todos los años unas fiestas muy importantes.
Cuando
Don Quijote y Sancho iban de camino a Zaragoza, conversando tranquilamente, se
les apareció una carreta con personajes aterradores como la muerte acompañada
de maléficos personajes aterradores. Ante el aparente miedo de Don Quijote y
Sancho estos personajes confesaron pertenecer a una compañía de teatro que
acababa de representar "Las Cortes de la Muerte" en un pueblo cercano
y todavía no les había dado tiempo a cambiarse de ropa.
Cuando
Don Quijote se encontraba ya más tranquilo y dispuesto a marcharse apareció
otro extraño personaje con un palo en la mano con el cual golpeo el suelo
haciendo que Rocinante saliese corriendo tirando a Don Quijote al suelo, cuando
Sancho estaba dispuesto a ayudarle este extraño personaje se monto encima de
Rucio golpeándolo y haciéndole salir corriendo. Cuando Rucio consiguió tirar a
su agresor al suelo volvió con Sancho.
Cuando
Don Quijote se levanto estaba dispuesto a pelearse con los actores pero sacho
le quito la idea de la cabeza diciendo que ellos no eran caballeros con lo que
Don Quijote no se podía pelear con ellos. Sancho le dijo esto a Don Quijote
porque había visto como los actores se estaban armando con piedras. Pero Don
Quijote en su afán de venganza le dice a Sancho que es su deber vengarse, pero
Sancho rehusa el ofrecimiento ya que dice que no es un ser vengativo.
Finalmente
Don Quijote le dice a Sancho que partirán en busca de nuevas aventuras.
Capitulo 12
Después
de la pequeña aventura del capitulo anterior Sancho y Don Quijote se
dispusieron a pasar la noche bajo unos arboles no muy alejados del lugar.
Durante
la noche Don Quijote comenzó a comparar la comedia con la vida. Sancho le dijo
que era una sabia comparación pero que ya estaba demasiado vista. Después de
decir esto Sancho comenzó a confesarle a Don Quijote lo mucho que estaba
prosperando cerca de él ya que antes no tenía ningún tipo de conocimiento y
ahora ya conoce bastante más acerca de la caballería, sus leyes y otros temas
de cultura de aquella época.
Al llegar
a un prado Don Quijote aprovechó para descansar tumbado en bajo una encina,
mientras Sancho dormía también al pie de un alcornoque.
Algo mas
tarde Don Quijote se despertó al oír como un hombre, que sé hacia llamar
"El Caballero del Bosque" que al igual que Don Quijote era caballero
andante, bajaba de su caballo y comenzaba a explicar como su amada, Casildea de
Vandalia, no le correspondía para nada todo el amor que él le ofrecía. Al darse
cuenta el caballero de que Don Quijote estaba cerca de él se presentó y
comenzaron a hablar de sus amores. Los dos escuderos dejaron a sus respectivos
caballeros hablando solos mientras ellos se iban a hablar de cosas de escuderos
algo mas lejos de allí.
CAPITULO 13
En este
capitulo se nos narran las conversaciones que mantienen Sancho y el escudero
del Caballero del Bosque.
Ambos
comienzan hablando de las recompensas que sus respectivos caballeros les habían
ofrecido. El del Caballero del Bosque dice que su amo le había ofrecido un
canonicato, de lo que Sancho deduce que El Caballero del Bosque era un caballero
a lo eclesiástico.
Después
comienzan a hablar de las respectivas familias de cada escudero, Sancho dice
que tiene dos hijos y alaba especialmente a su hija a la cual convertirá en
Condesa en cuanto Don Quijote le dé su recompensa. En ese momento tras un
comentario no apropiado del colega de Sancho, Sancho le dice que sus formas de
hablar no son apropiadas de gente que acompaña a caballeros andantes.
Mas tarde
comienzan a hablar de las enamoradas de sus amos y de las cualidades de sus
amos. El del Caballero del Bosque dice que su amo es muy valiente pero algo
bellaco. Sancho dice que Don Quijote no tiene absolutamente nada de bellaco ya
que, en realidad, es incapaz de hacerle daño a nadie.
Finalmente
ambos escuderos comienzan a comer y a beber unos exquisitos manjares que
llevaba el escudero del Caballero del Bosque. Después de haber comido y bebido
ambos escuderos se quedaron dormidos.
CAPITULO 14
Mientras
tanto El Caballero del Bosque y Don Quijote dialogaban acerca de sus aventuras
y de sus amadas.
El
Caballero del Bosque afirmó que entre sus aventuras había vencido a muchisimos
caballeros incluyendo entre ellos al gran Don Quijote de la Mancha. Don Quijote
al oír esto se hizo el tonto para que más tarde confesara su propia mentira. Al
ver que este no lo confesaba y se emperraba en su mentira Don Quijote le reto a
un duelo en el cual el caballero que saliese vencido obedecería al vencedor.
Ambos
caballeros fueron a avisar a sus escuderos para que prepararan todo para la
batalla. Momentos antes de la batalla Sancho se subió a un árbol ya que tenia
miedo del Caballero del Bosque debido a todo lo que le había contado el
escudero de este caballero.
Finalmente,
debido a que el caballo del Caballero del Bosque se quedó parado justo delante
de rocinante durante la pelea, Don Quijote derribó al Caballero del Bosque y
salió victorioso del Duelo.
Después
de caer al suelo el Caballero del Bosque Sancho y Don Quijote se dieron cuenta
de que era el Bachiller Sansón Carrasco. A su vez Sancho se dio cuenta de que
el escudero del Caballero del Bosque era su vecino Tomé Celial y entonces le
pidió a Don Quijote que no matara a Sansón Carrasco. Al reanimarse Sansón
Carrasco Don Quijote le obligo a ir al Toboso a encomendarse a la dama de Don
Quijote y a admitir que no había vencido a Don Quijote sino a alguien que se
parecía mucho a él. Después de esto Don Quijote y Sancho prosiguieron su camino
hacia Zaragoza.
CAPITULO 15
Obviamente
el bachiller había acordado con el Cura y el Barbero el animar a Don Quijote a
realizar su tercera salida y que de este modo cuando Sansón se hiciese pasar
por el Caballero del Bosque y venciera a Don Quijote le obligaría a volver a la
ciudad para cumplir el acuerdo como vencido que había salido del duelo.
Sansón
Carrasco manifiesta notablemente u deseo de salir y apalear a Don Quijote como
venganza mientras que Tomé Celial, su supuesto escudero, decide irse a su casa
y dejar de actuar como un simple loco.
CAPITULO 16
Iba Don
Quijote muy contento después de su reciente victoria cuando encontró a un
hombre, que iba sobre una yegua tordilla. Don Quijote al verle le propuso que
hiciesen el camino juntos. El hombre al oír las aventuras que Don Quijote
contaba se dio cuenta que no debía de estar muy bien de la sesera.
El hombre
dijo que se llamaba Don Diego de Miranda y que era un hombre rico que pasaba el
tiempo entreteniéndose con buenas obras. Cuando Don Quijote le preguntó por la
familia este dijo que no estaba muy contento ya que su hijo que acababa de
regresar de estudiar leyes en la universidad de Salamanca no quería seguir
estudiando leyes porque se encontraba absorto en la poesía. Don Quijote al oír
esto le dijo que un padre nunca debía frustrar los deseos de un hijo y que la
poesía no tenia nada de malo. Entonces Don Quijote comenzó a alabar la poesía
de tal manera que el hombre se dio cuenta del buen juicio de Don Quijote.
Al poco
rato vieron como por el camino se acercaba un carro con muchas banderas reales,
Don Quijote cuando lo vio se dio cuenta que estaba ante una nueva aventura.
CAPITULO 17
Al ver
Don Quijote ese extraño carruaje llamó a Sancho el cual había puesto unos
quesos, que acababa de comprar a unos pastores, en la celada de Don Quijote,
cuando este se la puso y el queso se comenzó a derretir a Don Quijote se le
comenzó a llenar la cara de queso derretido y pensó que se le estaban
derritiendo los sesos o que estaba sudando de una manera impresionante, cuando
se quito la celada y se dio cuenta le echó la culpa a los encantadores.
Don
Quijote le preguntó al hombre que conducía el carro que cual era la mercancía
que llevaba, este le dijo que eran dos leones que llevaba al rey como regalo
del general Orán. Además de esto les pidió que se apartaran que los leones
estaban muy hambrientos. Don Quijote le ordeno al hombre del carro que abriese
la jaula que se iba a enfrentar a los leones porque no le tenia ningún miedo.
El hombre del carro accedió pero le pidió tiempo para que él y sus compañeros
se apartaran. Cuando el leonero le abrió las puertas de la jaula al león este
se dio la vuelta y al no ver nada interesante se volvió a acostar en la jaula
pasando completamente de Don Quijote.
Don
Quijote le pidió al leonero que sacase a los leones pero tras la negativa le
dijo al hombre del carro que contase en todas partes la hazaña de Don Quijote que
a partir de esa hazaña pensaba llamarse el Caballero de los Leones.
En ese
momento Don Diego estaba pensando como era posible que Don Quijote estuviese
loco en actos y comportamiento mientras que cuando habla parece la persona mas
cuerda del mundo. En ese momento Don Quijote comenzó a hablar de las
diferencias entre caballeros y el ejercito de la andante caballería.
CAPITULO 18
Al medio
día Don Quijote, Sancho y Don Diego llegaron a la casa de este ultimo donde se
hospedaron durante unos días. Don Diego le dijo a su hijo, Lorenzo, que juzgara
el mismo la locura de Don Quijote. Don Quijote comenzó a hablara con Don
Lorenzo, habló de los caballeros de tal manera que dejó con la boca abierta a
todo aquel que le escuchó. Don Lorenzo llegó a la conclusión de que Don Quijote
estaba loco pero tenia muchos momentos de total cordura en sus comentarios.
Al poco
tiempo comenzó Don Quijote a hablar con Don Lorenzo de la poesía y le pidió a
Don Lorenzo que le leyese algunas de sus poesías, tras leérselas Don Quijote opino
que era un gran poeta.
Al cabo
de unos días Don Quijote decidió marcharse ya que dijo que un caballero no
podía pasar mucho tiempo sin aventuras.
Al irse
Sancho se sentía muy triste ya que en casa de Don Diego vivía en la abundancia
todos los días.
CAPITULO 19
Cuando
proseguían su camino encontraron a dos estudiantes los cuales tras un tiempo
hablando invitaron a Don Quijote a que asistiera a las bodas de Camacho con una
labradora a la que llamaban Quiteria la Hermosa. Los estudiantes le dijeron que
iban a ser unas bodas muy abundantes y que todos esperaban la reacción de
Basilio un joven que estaba enamorado de Quiteria y que además ella le
correspondía el amor solo que el padre de ella no les permitía casarse debido a
los pocos bienes materiales de Basilio.
Por el
camino ambos estudiantes comenzaron una pelea acerca del arte o la fuerza en
los combates con espada, esgrima. Tras un largo enfrentamiento se dio a
demostrar que predominaba el arte sobre la fuerza.
Cuando
llegaron al lugar donde se iban a celebrar las bodas, oyeron numerosos
instrumentos con lo que Don Quijote se negó a entrar y pasaron la noche al aire
libre como era costumbre en los caballeros, decisión que no se tomo
excesivamente bien Sancho.
CAPITULO 20
Al
amanecer viendo Don Quijote como su escudero dormía comenzó a hablar acerca del
sueño de su criado.
Mas tarde
Sancho se despertó al oler los manjares que se estaban preparando para la boda
de Camacho. Sancho al ver estos platos se acercó a un cocinero y le pidió
cortésmente si le podía dar un poco, el cocinero le dijo que comiera todo lo
que quisiera que tenia su total permiso para comer.
Mientras
Sancho comía Don Quijote se entretenía con las danzas y bailes que como la
noche anterior animaban el lugar.
Hasta que
comenzaron las bodas Don Quijote y Sancho siguieron dialogando sobre la muerte.
Una vez
llegaron los novios Don Quijote afirmo que nunca había visto una mujer tan
guapa como Quiteria, sin contar claro esta a Dulcinea.
Al poco
rato apareció Basilio diciendo que si Quiteria no se podía casar con él debido
a que le había dado su palabra a Camacho que se mataría y sacando de un bastón
una espada se la clavó. Cuando el Cura se acercó a él para darle las
bendiciones este dijo que no quería bendiciones sino que quería que Quiteria se
casase con el in articulo mortis. El Cura, Quiteria y Camacho aceptaron pero en
cuanto estaban casados Basilio se levanto diciendo que o estaba herido sino que
era un truco. Cuando los personajes presentes se dieron cuenta quisieron anular
la boda pero Quiteria dijo que no, que la boda era valida.
Después
de esto Quiteria, Basilio, sus amigos, Sancho y Don Quijote se retiraron hacia
la aldea como si nada hubiera pasado.
CAPITULO 22
Don
Quijote fue fuertemente elogiado debido a que defendió contundentemente a los
nuevos esposos en los momentos críticos de la boda de estos. Don Quijote se
quedó durante tres días en la casa de Basilio.
En el
tiempo que estuvo en la casa de Basilio le recomendó que se enriqueciera
mediante negocios limpios. Además de esto estuvo hablando con él acerca de la
pobreza, la honradez y la belleza de las mujeres.
Cuando
Don Quijote estaba dispuesto a irse le pidió a uno de los estudiantes que le
acompañaron hacia las bodas que le consiguiera un guía para ir a la cueva de
Montesinos. Finalmente le acompaño un primo del estudiante que además leía
libros de caballería.
El
estudiante dio a entender que era un humanista que se preocupaba por saber cosa
inútiles y que estaba preparando tres libros los cuales produjeron algunas
bromas por parte de Sancho. Pasaron la noche en una aldea donde Don Quijote
compró cien brazas de cuerda para por descolgarse a la cueva de Montesinos.
A las dos
de la tarde llegaron a la cueva de Montesinos, el estudiante y Sancho ataron
fuertemente a Don Quijote para que no se soltara y comenzaron a bajarle. Cuando
Don Quijote descendió a la entrada de la cueva entró, tras haber cortado las
malezas que se encontraban en la entrada. Cuando el estudiante y Sancho se
quedaron sin cuerda esperaron un rato y comenzaron a subir a Don Quijote. Hasta
las ochenta brazas de cuerda no comenzaron a notar peso en la cuerda y cuando a
las diez brazas vieron a Don Quijote se tranquilizaron solo que Don Quijote se
encontraba dormido. Tras despertarse comenzó a contar unas historias, que según
él le habían sucedido, que Sancho nunca llegó a creérselas.
Capitulo 23
En este
capitulo Don Quijote relata su encuentro con Montesinos.
Don
Quijote contó que en la cueva había visto al primo y amigo de Montesinos,
Durandarte, el cual yacía en carne y hueso en un sepulcro de mármol debido a un
encantamiento del mago Merlín. Dijo que también estaban allí encantados
Belerma, dama de Durandarte; su escudero, Guadiana convertido en río y otros
muchos amigos y parientes de Durandarte convertidos en lagunas.
Sancho no
se podía creer lo que contaba pero no pudo aguantar su risa cuando Don Quijote
dijo que había visto a dulcinea y a las dos damas que la acompañaban y que
estas le habían pedido seis reales a cambio de un pañuelo de algodón. Don
Quijote le dijo a Sancho que no se podía creer lo que este decía debido a que
no tenia experiencia en el mundo pero que algún día le demostraría que todo
aquello era cierto.
Capitulo 24
Cuando se
marchaban de la cueva de Montesinos se encontraron a un hombre que iba cargado
de lanzas, el cual les dijo que si le interesaba a Don Quijote su destino que
se lo contaría en una venta que había mas adelante.
De camino
a la venta Don Quijote comenzó a hablar acerca de los caballeros viejos los
cuales al final son tratados de mala manera y como no sirviesen para nada.
Al
anochecer llegaron a la venta, y esta vez aunque parezca mentira Don Quijote
admitió estar en una venta y no en un castillo.
CAPITULO 25
Una vez
llegaron a la venta Don Quijote no paro hasta encontrar al hombre que habían
visto antes, ya que estaba impaciente por que le contara la historia de por que
llevaba esas armas. Una vez lo encontró le comenzó a contar la siguiente
historia: Un día en el pueblo en el que él vivía se le perdió un asno y junto
con un amigo salieron a buscarlo al monte, donde decían que le habían visto por
ultima vez. En el monte para llamar la atención del asno ambos hombres
comenzaron a rebuznar por separado, momentos mas tarde encontraron al asno
devorado por los lobos pero se quedaron con la anécdota de que rebuznaban tan
bien que en varias ocasiones confundieron sus propios rebuznos con los del
asno. A partir de ese día esa anécdota se conoció en los pueblos de la zona de
tal manera que cuando alguien veía a un habitante de ese pueblo le rebuznaba en
señal de burla. Entonces por eso el hombre aquel llevaba armas tan urgentemente
a su pueblo ya que las necesitaban para enfrentarse con todos los pueblos que
burlaban a sus compañeros de aldea.
En ese
momento entró en la venta un hombre que sé hacia llamar Maese Pedro que explicó
que era un titiritero que representaba en su pequeño escenario diversas
historias y que además en su repertorio tenia un mono que le adivinaba todo lo
pasado y presente.
Maese
Pedro adivino que era Don Quijote y explico a todos lo que estaba haciendo en
ese momento la mujer de Sancho y explico también que lo que había visto Don
Quijote en la cueva de Montesinos había sido cierto a medias. Tras estas
explicaciones quiso hacer una función en honor a Don Quijote.
CAPITULO 26
Maese
Pedro representó una historia en la cual Don Gaiferos liberaba a su esposa,
Melisendra. La cual estaba cautiva de los moros en Sansueña.
Durante
la actuación de Maese Pedro Don Quijote estuvo interviniendo constantemente
para explicar lo que en la obra estaba sucediendo como si de pura realidad se
tratara. Don Quijote en otro arrebato de locura desenvainó la espada
destruyendo todos los muñecos de Maese Pedro ya que eran unos moros que
perseguían a los "buenos" de la obra y Don Quijote como buen
caballero quería ayudarlos a escapar. Don Quijote viendo lo que había hecho
achacó su error a los encantadores que le habían embaucado.
A la
mañana siguiente Maese Pedro se marchó muy pronto ya que no quería encontrarse
con Don Quijote por sí le hacia otra de las suyas.
CAPITULO 27
En
realidad Maese Pedro era Ginés de Pasamonte uno de los galeotes a los que Don
Quijote había liberado en anteriores aventuras. Ginés se había hecho titiritero
y se ganaba la vida yendo por los pueblos, pero antes de entrar en cada pueblo
se enteraba de cosas recientes que habían pasado y así fingía que el mono era
adivino. Antes de entrar en la venta había reconocido a Don Quijote y así se
pudo ganar la confianza de los que se encontraban en la venta.
Cuando
Don Quijote se marchó de la venta se encontró al escuadrón del rebuzno que iba
armado en busca de sus burladores. Don Quijote para evitar una tonta batalla
les dijo a los del rebuzno que en este mundo solo había cuatro razones por las
cuales había que coger las armas para pelear y se las nombró como estas: en
defensa de la fe católica; en defensa de su propia vida; en defensa de la
honra, la familia y la hacienda; o en servicio de su rey.
Ya
estaban totalmente convencidos de dejar las armas cuando Sancho dijo que
tampoco se debían enfadar tato por un rebuzno ya que él cuando era pequeño
rebuznaba tan bien que todos los asnos de su pueblo le respondían. Y entonces
Sancho emitió un fuerte rebuzno y uno de los del pueblo pesando que se estaba
burlando del le tiro del asno y comenzaron a apedrear a Sancho y a Don Quijote,
que había salido en su ayuda. Después de ser apedreados Sancho y Don Quijote
salieron corriendo de cerca de los del pueblo del rebuzno.
Capitulo 28
Cuando
Don Quijote y Sancho se dieron cuenta de que no les seguían se pararon y Don
Quijote le reprochó a Sancho el que se hubiera puesto a rebuznar ya que estaba
claro que con eso iba a conseguir que se enfadaran. Sancho le reprocho a su vez
a Don Quijote el que se hubiera ido ya que nunca había visto a un caballero que
dejara a su escudero atrás viendo como le apaleaban. Don Quijote respondió que
en la historia otros muchos caballeros habían esperado otro momento para atacar
mientras su escudero luchaba contra una multitud.
Continuaron
su camino para mas tarde parar en una alameda a pasar la noche. Por el camino
Sancho le dijo a Don Quijote que haría mejor yéndose a su casa ya que además de
no ganar nada las deudas de Don Quijote hacia él mismo comenzaban a no pagarse
nunca. Don Quijote al oír esto comenzó a insultar a Sancho diciéndole que era
un asno y que nunca podría hacer nada para remediarlo, según Don Quijote lo
único que tendría que hacer Sancho seria admitir lo bestia que era. Sancho al
oír esto se echo a llorar admitiendo que era un asno sin remedio.
Entraron
en la alameda y pasaron allí la noche. Al día siguiente prosiguieron su camino
hacia Zaragoza.
CAPITULO 29
A los dos
día llegaron Don Quijote a la orilla del río Ebro donde Don Quijote vio un
barco sin remos ni velas amarrados a la orilla. Don Quijote sé penso que era
una nueva aventura en donde debía montarse en el barco e ir a rescatar a un
caballero. A pesar de que Sancho le avisó que el barco era de unos pescadores
Don Quijote no le hizo caso y se montaron ambos en la barca.
Una
corriente les llevó hacia unas grandes aceñas que había en la mitad del río.
Los molineros que vieron como Don Quijote y Sancho se iban sobre las ruedas de
las aceñas les tiraron de la barca con unos palos yendo luego los molineros
detrás de Don Quijote y Sancho para evitar que se ahogaran.
Después
de esto los molineros le pidieron a Don Quijote que les pagara los daños, Don
Quijote les dijo que lo aria con la condición de que liberaran al caballero que
tenían prisionero. Los molineros al no entenderle le pidieron el dinero a Sancho
el cual se lo dio sin ningún problema.
Don
Quijote y Sancho viendo que esa aventura estaba reservada para otros caballeros
se marcharon del lugar volviendo a su camino hacia Zaragoza.
CAPITULO 30
Después
de lo hecho se marcharon del río pensando cada cual en sus cosas, Don Quijote
claro esta pensando en Dulcinea.
Al día
siguiente de esta aventura, cuando Don Quijote y Sancho proseguían su camino
encontraron a una Duquesa y a un Duque a los cuales Don Quijote presento su
deseo e intención de servir en cuanto hiciese falta. La Duquesa y el Duque
habían reconocido a Don Quijote ya que habían leído con anterioridad la primera
parte del Quijote.
Don
Quijote y Sancho acompañaron a los Duques hacia su castillo ya que ambos Duques
eran lectores de libros de caballería y querían pasar unos días con Don
Quijote.
Antes de
que Don Quijote llegara a la venta los Duques se habían adelantado para
explicar a los criados como debían tratar a Don Quijote. En cuanto llegó Don
Quijote a la casa de los Duques se dio cuenta de que realmente era un caballero
famoso ya que todos en la venta le trataban de una manera totalmente
caballeresca, aunque Don Quijote no se dio cuenta de que en realidad le estaban
tomando el pelo.
Después
de que las doncellas le hubiesen quitado a Don Quijote las armaduras se
dispusieron todos a cenar. En ese momento se produjo una discusión cortes,
entre el Duque y Don Quijote, acerca de quien debía presidir la mesa.
Finalmente fue Don Quijote quien presidió la mesa. En ese momento Sancho contó
una historia mediante la cual avergonzó a Don Quijote por ser él quien se
encontraba presidiendo la mesa. Para evitar el apuro de Don Quijote la Duquesa
se vio obligada a preguntarle a Don Quijote acerca de Dulcinea.
En ese
momento el Cura que acompañaba a los Duques, Don Quijote y Sancho se dio cuenta
de quien era el que estaba sentado en la mesa junto a ellos comenzó a insultar
a Don Quijote diciendo que era un loco y que tenia la cabeza llena de tonterías
y de chorradas y le dijo que seria mejor se fuese a su casa y que dejase de
hacer el ridículo.
CAPITULO 32
Don
Quijote al ver que quien le insultaba era un clérigo únicamente le contradijo
dando un discurso en defensa de la caballería andante tan bueno que consiguió
que Sancho se emocionara y diera muestras de disfrutar escuchando a Don
Quijote.
Después
de ese discurso el Cura le preguntó a Sancho si realmente él era Sancho Panza y
Sancho para probarlo contesto con una retahíla de refranes propia de su
personalidad. En ese momento el Duque le dijo a Sancho que él le concedería el
gobierno de la ínsula que le había prometido Don Quijote, Sancho al oír esto se
volvió loco de la alegría. El cura a su vez criticó el que los Duques, que se
suponen que estaban cuerdos permitían que Sancho y Don Quijote siguiesen locos
y no hacían nada por impedirlo, el Cura añadió además que él se quedaría allí
hasta que Don Quijote y Sancho se fueran.
Después
de cenar aparecieron unas doncellas que comenzaron a lavarle la cara a Don
Quijote el cual pensó que era la costumbre del lugar. Al poco tiempo las
doncellas que le lavaban la cara fingieron que se quedaban sin agua culminando
así la primera broma que le gastaron a Don Quijote. Los Duques al ver esto se
rieron de gran manera pero para que el caballero no se diese cuenta de la broma
se lavaron también ellos la cara.
Después
de esto se retiraron Don Quijote y la Duquesa la cual le preguntó a Don Quijote
acerca de sí Dulcinea existía realmente o si era causa de su imaginación. Don
Quijote le dijo que si Dulcinea existía o no era algo que no merecía hablarse
pero que dentro de él mismo estaba y con eso valía, explico también que si
Sancho había visto a Dulcinea mal vestida era por causa de los encantadores que
al no poder perjudicar a Don Quijote lo intentaban con Dulcinea.
CAPITULO 33
Mientras
Don Quijote se acostaba la Duquesa y sus doncellas se quedaron hablando con
Sancho el cual les contó que nunca había visto a Dulcinea y que le mintió a su
amo diciéndole que aquellas tres campesinas estaban encantadas y que una de
ellas era Dulcinea.
La
Duquesa en ese momento decidió engañar también a Sancho y le dijo que no era
mentira lo que le dijo a Don Quijote sino que había sido toda verdad y que no
se lo había inventado él. Sancho se creyó todo lo que la Duquesa le decía ya
que no se podía ni imaginar que alguien como la Duquesa podía querer burlarse
de él.
Después
de hablar con Sancho la Duquesa acordó junto con el Duque que le iban a gastar
a Sancho y a Don Quijote la broma más grande que jamas se haya gastado.
CAPITULO 34
Después de
uno días se llevaron los Duques a Don Quijote de montería, después de unas
horas, cuando era de noche, montaron las tiendas entorno a un fuego para pasar
la noche. Al cabo de un rato se dieron cuenta de que una procesión de carros se
acercaba, según un personaje que iba en una de las primeras carretas era el
diablo que venia en nombre de Motesinos y que le iba a revelar la manera de
desencantar a Dulcinea.
CAPITULO 35
En el
ultimo carro apareció una extraña ninfa, con la cara desgarrada, que decía ser
Merlin el encantador, el cual se conmovió al ver a Dulcinea convertida en
rústica aldeana y decidió que la única y exclusiva manera de que Dulcinea
volviese a tener la misma belleza que antes, Sancho se debía dar tres mil
trescientos azotes en las posaderas.
Sancho al
oír esto le dijo a Don Quijote que no pensaba dárselos ya que él no tenia ni la
mas mínima intención de que Dulcinea volviese a su estado natural, además dijo
que si era Don Quijote el que tenia tanta intención en volver a ver a Dulcinea
bien que se diera el los trescientos azotes y que no se lo pidiera a Sancho ya
que él no tenia culpa ninguna.
En ese
momento intervino el Duque el cual dijo que sino accedía a darse los azotes no
le daría el gobierno de la ínsula ya que demostraría ser un gobernador muy
dura. Sancho al oír esto accedió con la condición de que el debía decidir
cuando se daría los azotes y que no deberían hacerle sangre y además dijo que
no debería haber nadie que se los contara y que se tendrían que fiar de lo que
él dijera.
CAPITULO 36
Al día
siguiente Sancho le comenzó a explicar a la Duquesa que ya se había dado unas
cuantas palmadas en la espalda ya que no creía que mereciese la pena el
azotarse para que otros obtuvieran la recompensa. La Duquesa al oír esto le
dijo a Sancho que debía de buscar otro método para azotarse ya que el darse
palmadas en la espalda no servia absolutamente de nada.
Sancho le
enseño a la Duquesa una carta que tenia pensado mandar a su mujer en la cual le
contaba que estaba a punto de irse a gobernar la ínsula que el Duque le había
prometido y que la Duquesa no hacia mas que besarle la mano con lo que ella
también debería hacerlo. También le dijo a su mujer que estaba deseando ir a
gobernar la ínsula para ver si así conseguía algo de dinero. Al oír esto la Duquesa
contestó que se mostraba un poco codicioso y que un buen gobernador no se tenia
que mostrar codicioso.
Después
de esto se fueron al jardín a comer y mientras comían vieron como se acercaba
un obre que sé hacia llamar Trifaldin, escudero de la condesa Trifaldi, el cual
en realidad era el mayordomo del Duque que se había hecho pasar por Merlín un
par de capítulos mas atrás. Este personaje decía que la Condesa Trifaldi estaba
esperando fuera y quería hablar con Don Quijote porque le necesitaba por temas
caballerescos. Don Quijote y el Duque accedieron a que entrara y esperaron a
que llegara.
CAPITULO 37
Mientras
todos estaban esperando a que la condesa Trifaldi hiciese aparición se produjo
una conversación entre Sancho, la dueña doña Rodríguez y la Duquesa en la cual
cada uno dio su opinión acerca de si este tipo de mujeres tienen alguna función
en este mundo o si simplemente sirven para adornar y para tener ocupado un
puesto en la sociedad que luego no sirve de nada y lo único que hace es gastar
dinero publico con su mantenimiento.
CAPITULO 38
Cuando la
Trifaldi apareció, precedida de doce doncellas, pregunto si se encontraban allí
Don Quijote de la Mancha y su escudero Sancho Panza. Cuando Don Quijote y
Sancho se presentaron ate ella comenzó a contarles su historia, con una voz
ronca y poco femenina.
Ella
había ayudado a una princesa, Antonomasia hija y heredera del rey Archipiela y
de la reina Maguncia de Candaya, a conseguir el amor de un caballero llamado
Don Clavijo. Debido a su intención Antonomasia se había entregado a Don Clavijo
y tenían intención de casarse.
CAPITULO 39
Cuando la
madre de Antonomasia se entero de que su hija se había casado con un hombre de
linaje mas bajo que ella, se enojo tanto que a los tres día murió. Un día
después de su muerte apareció el gigante Malambruno, primo hermano de la madre
de Antonomasia, en un caballo de madera y para vengarse de la muerte de su
prima convirtió a Antonomasia y a Don Clavijo en estatuas de diversos metales.
Y para culminar la venganza hizo crecer barbas a todas las doncellas del
palacio para vengarse así de la intercesión de la Trifaldi.
Una vez
dijo eso y para que los allí presentes se lo creyeran se descubrieron la cara y
mostraron como tenían todas unas barbas bastante considerables.
CAPITULO 40
Después
de haberle contado la historia a Don Quijote le acabo pidiendo que por favor
fuese a luchar con Malambruno ya que este había dicho que solo desharía el
encantamiento en caso de que Don Quijote de la Mancha fuese a luchar contra él.
Cuando Don Quijote acepto la Trifaldi le dijo que Malambruno había dicho que
mandaría un caballo de madera, llamado Clavileño, el cual llevaría a Sancho y a
Don Quijote a donde se encontraba él, que estaba a 3220 leguas por el aire y en
línea recta sobre Clavileño.
Por la
noche llevaron a Don Quijote y a Sancho hacia el caballo y le dijeron que
deberían taparse los ojos porque la altitud que iban a alcanzar era muy grande
y le podían marear. Don Quijote y Sancho accedieron, y al momento les dijeron
que para activar el caballo había que mover una clavija que se encontraba en el
cuello del caballo. Y para bajarse del caballo cuando llegasen tendrían que
esperar a que este relinchara.
Cuando
Don Quijote apretó la clavija todos los allí presentes se despedían como si
realmente se estuvieran moviendo, incluso imitaban el calor de la altitud y el
movimiento del viento. Al cabo de un rato los allí presentes encendieron la
cola de Clavileño el cual al estar lleno de cohetes salió disparado por el aire
tirando a Don Quijote y a Sancho al suelo. Cuando se levantaron vieron que no
se habían movido de lugar y que a su alrededor estaban los mismos personajes
que antes y observaron también que junto a ellos había una lanza con un mensaje
el cual decía que Don Quijote había vencido con solo intentarlo y que
Malambruno se contentaba con eso y había desencantado a la Trifaldi y a sus
doncellas. También decía que igualmente se desencantaría Dulcinea en cuanto
Sancho cumpliera lo prometido. Cuando el Duque leyó la carta felicito efusivamente
a Don Quijote por su hazaña.
Sancho le
dijo a la Duquesa que durante su viaje en Clavileño se había quitado el pañuelo
y había visto como el mudo y las personas eran muy pequeñas desde esas alturas,
la Duquesa al decirle que eso era imposible Sancho le respondió que mediante el
encantamiento nada era imposible. Sancho prosiguió contando que había estado
tan cerca del sol que había podido comprobar que realmente era muy grande,
también dijo que se habían detenido en la constelación de las siete cabrillas
ya que como Sancho había sido cabrero se entretuvo un poco con ellas.
CAPITULO 42
Cuando
los Duques se dieron cuenta de que las bromas funcionaban y Don Quijote y
Sancho no se daban cuenta de nada decidieron proseguir con ellas para reírse
más. Mas tarde el Duque le dijo a Sancho que se preparara por que al día
siguiente irían a la ínsula en la que Sancho gobernaría. Al oír esto Don
Quijote se apartó con Sancho un momento para aconsejarle acerca de cómo tenia
que comportarse como gobernador de una ínsula.
Primero
la aconsejó acerca del alma. Don Quijote le dice que se haga amigo de Dios, que
no se avergüence de su linaje ya que si no se avergüenza él nadie se
avergonzara nunca de él. También le dijo que en caso de que fuesen sus
parientes a visitarlos que no los desprecie y en caso de que enviudase que
supiera elegir bien a la mujer ya que en ocasiones son estas las que ayudar a
gobernar. También le dijo que juzgase igual a un rico que a un pobre pero que
atendiese mas a las lagrimas de un pobre ya que son los que no tienen nada en
este mundo.
CAPITULO 43
En este
capitulo Don Quijote le comienza a dar consejos a Sancho acerca del cuerpo.
Don
Quijote le dice a Sancho que se debe de mantener limpio y aseado, que no debe4
de comer nada que le haga oler mal, que no debe comer demasiado ni muy deprisa
por que sin no puede dar una mala impresión y también le dice que no diga
tantos refranes como solía decir siempre ya que le harían quedar muy mal.
Don
Quijote al final le dice que debe de gobernar bien ya que las responsabilidades
que acarrearan su mal gobierno caerían también sobre él y no quiere sentirse
culpable de ningún mal mandato. Sancho al oír esto le dice a Don Quijote que si
él lo desea dejara el cargo de gobernador ya que no quiere que su amo sufra consecuencia
alguna de lo que él pueda hacer mal. Don Quijote al oír que Sancho está
dispuesto a dejar de ser gobernador de una ínsula para que él no que de mal en
ningún momento le dice Sancho que merecería mil ínsulas ya que sus
razonamientos son sabios y correctos.
CAPITULO 44
Al partir
Sancho hacia su ínsula se despidió de todos y se montó en el Rucio y comenzó su
camino. Con él estaba el mayordomo, que había fingido ser la Trifaldi, al verlo
Sancho se lo comentó a Don Quijote el cual al comprobar que lo que Sancho decía
era cierto se quedó frustrado y acabo diciendo que eso no podía ser así ya que
seria una gran contradicción.
A la
marcha de Sancho se quedó Don Quijote solo y al notarlo la Duquesa le ofreció
un par de doncellas para que le sirvieran. Don Quijote las rechazó diciendo que
él era un caballero andante y no necesitaba doncellas de ningún tipo. Cuando
Don Quijote estaba apunto de marcharse a la cama abrió la ventana y vio como
una doncella, Altisidora, cantaba un romance burlesco en el cual declaraba su
amor a Don Quijote.
Don
Quijote al oír esto le dijo a Altisidora que él ya tenia una dama y que por
nada le seria infiel. Y mediante varias comparaciones reafirmó su amor hacia
Dulcinea del Toboso, su dama.
CAPITULO 45
Cuando
Sancho llegó a su ínsula, Barataria, le recibieron con mucho afecto y cariño.
Al verle le llevaron a la iglesia y allí le dieron las llaves de la ciudad y le
admitieron como gobernador perpetuo.
Al
momento le llevaron al juzgado donde comenzó a ejercer como gobernador en unos juicios
que le presentaron los habitantes de la ínsula.
En el
primer juicio le sucedió lo siguiente: era un señor que le fue a pedir a un
sastre que le hiciera una caperuza con un tipo de tela que él le llevaba, pero
como era tan desconfiado y temía que el sastre se quedara con un trozo de tela
le dijo que le hiciera las máximas posibles, al final el sastre le dijo que le
podía hacer cinco caperuzas. El problema estaba en que el sastre había hecho
unas caperuzas diminutas haciendo caso a que el hombre quería cinco. Entonces
el sastre le exigía al hombre el dinero que se había ganado haciendo esas
caperuzas, mientras que el hombre le exigía al sastre el trozo de tela que le
había dado. Sancho al ver esto decidió que ninguno de los dos tuviera lo que
pedía ya que ambos habían sido muy desconfiados con el otro.
La
segunda historia contaba lo siguiente: un hombre había recibido prestados diez
ducados y no se los quería devolver a su dueño original porque decía que ya se
los había devuelto. El primer hombre le dio al segundo una caña que tenia en la
mano y juro ante todos que ya se los había devuelto y entonces se fue
recuperando su caña antes. Sancho al darse cuenta de esto le mando que le diese
la caña al hombre que le había dejado los diez escudos y le dijo que con la
caña ya estaba pagado. La sorpresa vino cuando el hombre rompió la caña y vio
que dentro de ella estaban los diez escudos.
En el
tercer caso se contaba lo siguiente: una mujer llegó ante Sancho diciendo que
un hombre la había forzado en mitad de un camino y no la quería indemnizar. El
hombre decía que la mujer se le había ofrecido y que ya le había pagado lo
justo por esos trabajos. Sancho le dijo al hombre que le diese una bolsa que
tenia llena de dinero, y cuando se fue la mujer le mando salir detrás de ella
para recuperar la bolsa. Al cabo de un rato regresaron el hombre y la mujer
solo que ambos unidos a la bolsa ya que la mujer no la quería soltar por nada
del mundo. Sancho al ver esto le dijo a la mujer que se hubiera puesto tanto
empeño en defenderse como lo esta poniendo ahora en agarrar la bolsa nadie la
habría forzado en el campo. Les mando ir y le devolvió la bolsa de dinero al
hombre.
CAPITULO 46
Un día al
salir Don Quijote se encontró a Altisidora y a una amiga, al ver a Don Quijote
Altisidora fingió que se desmayaba para que Don Quijote se fijase en ella. Don
Quijote al verla le dijo a su amiga que esa noche se quedaría él mismo haciendo
la compañía para que se desengañara. Por la noche comenzó a cantarle un romance
a Altisidora en el cual le decía que el solo estaba enamorado de una mujer y
que sus sentimientos no se cambiarían por nada ni por nadie. En el jardín
estaban las Duques y otras gentes del castillo.
Desde un
corredor cercano a la reja de Don Quijote descolgaron un saco lleno de gatos
los cuales al meterse en la habitación de Don Quijote comenzaron a montar un
escándalo tan grande que parecía que en la habitación se estaba librando la
mayor batalla jamas vista. Don Quijote sé penso que la habitación estaba llena
de encantadores y, puesto que estaba a oscuras, comenzó a dar espadazos contra
los gatos. Entonces uno de los gatos se le subió a la cabeza y le araño y
mordió la cara.
CAPITULO 47
En la
ínsula de Sancho era la ora de comer y sus sirvientes le llevaron a un gran
palacio donde le iban sirviendo grandes platos de comida. Con el pequeño
inconveniente de que cada vez que tenia un plato de comida delante un medico
que estaba junto a él mandaba que se lo quitaran con lo cual es fácilmente
imaginable el hambre que estaba pasando el pobre Sancho.
Cuando
Sancho estaba apunto de comer algo decente llegó una carta del Duque diciendo
que existía una conspiración contra él y seria recomendable que no comiera nada
de lo que le ofrecían. Entonces Sancho sé tubo que contentar con un racimo de
uvas y un poco de pan.
Mientras
Sancho comía la poca comida que le permitían comer apareció un labrador que le
comenzó a contar su vida. Sancho después de escucharle le pregunto que era lo
que quería. Entonces el labrador le pidió a Sancho que le diese 300 o 600
ducados para poder celebrar la boda de su hijo y una carta para que su futuro
consuegro accediese a la boda con su hijo.
Sancho se
enfado tanto al oír esto que el medico que estaba allí le prometio darle de
comer para evitar enfados similares.
CAPITULO 48
En una de
las noches en que Don Quijote dormía apaciblemente escucho como alguien entraba
silenciosamente en su habitación. Pensando que era Altisidora que quería
perturbar su honestidad se puso de pie encima de la cama. Al entrar la dueña
Rodríguez vio a Don Quijote de esa manera y ambos se asustaron enormemente.
Después
de ese susto la dueña comenzó a decirle a Don Quijote que le necesitaba por
temas caballerescos.
La señora
comenzó a contarle a Don Quijote su historia, en la cual decía que ella tenia
una hija que había sido seducida por el hijo de un siervo del Duque, el cual le
había pedido matrimonio a la pobre niña. También le dijo a Don Quijote que ya
le había pedido con anterioridad al Duque que la ayudara pero este no le hacia
caso a la dueña por que este labrador solía prestarse dinero y arreglarle
algunos chanchullos.
En un
momento de su conversación la dueña comenzó a meterse con Altisidora y con la
Duquesa. Después de haber dicho esto la dueña se apagaron las luces de extraña
manera y Don Quijote y la dueña comenzaron a recibir pellizcos a azotainas.
Después de esta peculiar batalla ambos acosadores se marcharon de la
habitación, la dueña salió de la habitación de Don Quijote llorando y Don
Quijote se quedó sin saber que extraños encantadores le habían hecho eso.
CAPITULO 49
De vuelta
en la ínsula de Sancho este se empeño en hacer una ronda de noche para ver la
clase de gente que se paseaba por su ínsula de noche y limpiarla a ser posible
de mala gente.
En esta
ronda vio, primero, a un muchacho que le dijo que nadie conseguiría hacer que
él durmiera una sola noche en la cárcel, al preguntarle Sancho si era por que
dudaba de su autoridad él muchacho le dijo que no era cuestión de autoridad
sino que él se pasaría toda la noche sin dormir.
Después
de esto vio Sancho a una muchacha vestida de niño a la cual le pregunto porque
iba vestida de esa manera. La muchacha le contó a Sancho que se había
disfrazado de niño por que su padre no la dejaba salir desde que había muerto
su madre. Entonces entre su hermano y ella habían decidido cambiarse las ropas
para que así pudiera salir sin que su padre se diera cuenta. Después de haber
oído esto Sancho decidió llevar a la muchacha a casa.
Después
de esta noche Sancho seguía demostrando a todos los habitantes de la ínsula su
gran sensatez y juicio.
CAPITULO 50
Volviendo
a la casa de los Duques se nos cuenta que los "encantadores" que
habían dado una paliza a Don Quijote y a la dueña Rodríguez eran en realidad la
Duquesa y Altisidora que habían estado escuchando todo lo que la dueña decía de
ellas y en señal de venganza decidieron apalear a Don Quijote y a la dueña.
Prosiguiendo
con las bromas de los Duques estos decidieron mandarle a Teresa Panza una carta
en donde le contaban las hazañas de Sancho y le mandaban unos cuantos regalos.
Cuando Teresa Panza leyó la carta se maravillo de todo lo que su marido estaba
consiguiendo y salió rápidamente a contárselo a todo el mundo. Cuando el Cura y
Sansón se enteraron de que Sancho estaba de gobernador de una ínsula se quedaron
asombrados y maravillados de lo que le estaba sucediendo a Sancho.
Teresa
Panza decidió mandarle mediante el paje una carta para Sancho y otra para la
Duquesa agradeciéndole todo lo que estaba haciendo por Sancho.
Volviendo
a la ínsula de Sancho este regresó a sus obligaciones como juez.
Se le
presentó un caso en el cual se contaba lo siguiente. Esto era un terreno
dividido por un río; el río era atravesado por un puente, al final del puente
había una orca y una casa en la cual se juzgaba a todo aquel que pasara de
forma que aquel que mintiera al preguntarle a donde iba seria ahorcado. Por lo
general todos decían la verdad pero un día se les apareció un hombre que dijo
que únicamente venia a morir en la orca. Pero los jueces con supieron que hacer
ya que si le ahorcaban el hombre habría dicho la verdad y no habría merecido
morir, pero si le dejaban ir el hombre había dicho mentira y merecería ser
colgado en la orca.
Sancho
después de pensar detenidamente recordó algo que le había dicho Don Quijote, lo
cual decía que cuando la ley estuviese en duda debería decantarse del lado de
la pobreza y humildad. Con lo cual Sancho les dijo que dejaran ir al hombre.
A los
pocos días Sancho recibió una carta de Don Quijote en la cual Don Quijote le
daba nuevos consejos para gobernar la ínsula. Sancho al poco tiempo le contesto
comentándole el problema que tenia con el doctor y la comida.
CAPITULO 52
En la
casa de los Duques Don Quijote le comunicó al Duque que iba a ir a buscar al
labrador que había burlado a la hija de la dueña y que le iba a matar a menos
que cumpliese su palabra. El Duque le dijo a Don Quijote que él le daría el
recado al labrador y le ordenaría ir al castillo para que se celebrara allí el
desafío.
A los
pocos días llegaron de vuelta las cartas de Teresa Panza a la Duquesa y a su
marido. En la de la duquesa le contaba la alegría que en ella había causado que
Sancho fuese gobernador, también le decía las ganas que tenia de visitar la
ínsula de Sancho y le pedía que la siguiera escribiendo contándole como
transcurría el gobierno de Sancho.
En la
carta a Sancho, que abrió Don Quijote, contaba lo mismo y alguna intimidad mas,
también contaba lo bien que estaba pasando el tiempo Sanchica.
CAPITULO 53
En la
ínsula de Sancho era de noche cuando le despertaron diciéndole que se armara
porque estaban invadiendo la ínsula. Sancho alarmado se dejó armar con dos
grandes escudos, uno por delante y otro por detrás, de entre los cuales sacaba
la cabeza, las piernas y los brazos. También le dieron una lana para que se
defendiese y saliera a la batalla.
Una vez
en la batalla Sancho cayó al suelo al poco de salir y quedó tendido en el suelo
sin poder moverse. Los que estaban fingiendo la batalla apagaron las antorchas
para que Sancho no les reconocieran y comenzaron a pasar por encima de Sancho
una y otra vez.
Después
de esto los burladores levantaron a Sancho y comenzaron a felicitar por su gran
batalla. Sancho al oír esto se desmayo del cansancio y del susto y se quedó
dormido.
Al día
siguiente Sancho preparó al rucio y decidió marcharse, todos los que allí
estaban decidieron convencerle para que se quedara pero Sancho dijo que él no
había nacido para ser gobernador y que se iba del gobierno tan pobre como había
llegado a él.
CAPITULO 54
Los
Duques eran conscientes que el labrador se había marchado de sus tierras para
no tener que ser pariente de la dueña Rodríguez. Entonces para que se pudiera
celebrar el desafío mandaron a un criado que suplantara al labrador y le dieron
instrucciones concretas.
Mientras
tanto Don Quijote se encontraba excesivamente contento ya que por fin podría
demostrar a los Duques hasta donde llegaba su valor.
Entre
tanto Sancho volvía a la casa de los Duques para incorporarse con Don Quijote a
sus aventuras. En su camino encontró a unos peregrinos entre los cuales estaba
un amigo suyo que vivía con anterioridad en el pueblo de donde era Sancho. El
amigo de Sancho y él estuvieron un rato hablando de la expulsión que había
hecho que el amigo de Sancho, el cual era morisco, se tuviera que ir de España.
Este amigo de Sancho le contó que estaba de vuelta en España porque había
regresado a buscar un tesoro que había dejado escondido. Le dijo a Sancho que
si le quería ayudar pero este se negó y después de esto se separaron y cada uno
prosiguió su camino.
CAPITULO 55
Mientras
Sancho volvía a casa de los Duques se le hizo de noche e intentando buscar un
lugar para descansar se cayó en un hoyo muy profundo del que no podía salir sin
ayuda. Se pasó la noche lamentándose y a la mañana siguiente vio que en una
pared del agujero había un camino por el cual se metió. Al fondo del camino
pudo ver que había claridad y que había una salida, pero era también muy alta.
Cuando
Sancho se puso a dar voces para ver si alguien le oía. Al poco tiempo se dio
cuenta de que arriba del agujero se encontraba Don Quijote al que, para
convencerle, le tubo que contar todo lo que le había sucedido en la ínsula y él
por que de que estuviera ahora en el fondo de un agujero.
Al cabo
de un rato volvió Don Quijote con muchas personas con cuerda para sacar a
Sancho y al asno del agujero.
Después
de salir dl agujero Sancho le contó todo lo sucedido a los Duques y estos
prometieron darle en un futuro el gobierno de una ínsula menos conflictiva y
más tranquila.
CAPITULO 56
Al cabo
de unos cuantos días comenzó el combate entre Don Quijote y Tosilos, el que
suplantaba al labrador. Tosilos debía derrotar a Don Quijote sin hacerle daño
pero este al ver a la hija de la dueña se quedó enamorado de ella y decidió
darse por vencido. Cuando este se quitó la mascara todos se dieron cuenta que
no era el labrador pero la hija de la dueña dijo que se quería casar con él
pues prefería a un lacayo que la amase y no a un labrador que la burlase. Don
Quijote aclaró la situación diciendo que en realidad era el labrador que había
sido encantado.
El Duque
viendo que su plan no funcionaba decidió encerrar en un calabozo a Tosilos para
ver si se desencantaba y si no todos viesen que era un impostor.
Después
de tantas pequeñas aventuras en casa de los Duques Don Quijote y Sancho
decidieron marcharse una mañana, después de haber obtenido el permiso de los
Duques, como todo buen caballero.
CAPITULO 57
Finalmente
como despedida a Don Quijote Altisidora le dedicó a Don Quijote un romance en
el cual, burlándose de él, le decía lo enamorada que estaba de él y como se iba
sin haberle dado a ella ni una sola pizca de cariño, amor o afecto.
Finalmente
Don Quijote y Sancho se despidieron de los Duques y de todos los allí presentes
y se fueron en busca de mas aventuras a Zaragoza.
CAPITULO 58
De camino
a Zaragoza Don Quijote y Sancho volvieron a sus antiguas conversaciones y se
contaron mutuamente lo que habían hecho los días que estuvieron separados.
Al poco
tiempo Don Quijote y Sancho encontraron su primera aventura, después del parón.
Encontraron
a unos labradores que estaban descansando en el campo. Junto a ellos había algo
tapado con sabanas. Don Quijote al verlo se interesó por lo que era y los
labradores gustosamente le contaron a Don Quijote que eran imágenes de santos
que llevaban a una iglesia que estaban haciendo. Don Quijote al enterarse de
que todas esas imágenes eran de santos caballeros comenzó a contar la historia
de cada uno de ellos.
Después
de esto Sancho y Don Quijote prosiguieron con su camino, Don Quijote había
considerado esta pequeña aventura como una buena señal, mientras que Sancho la
había considerado como la aventura más simple que hasta el momento habían
tenido.
Después
de estos pequeños comentarios Don Quijote y Sancho comenzaron a hablar del amor
y de Altisidora, Sancho dijo que no entendía como Altisidora se podía haber
enamorado de Don Quijote ya que él o veía en Don Quijote suficientes argumentos
como para enamorar a una dama. Don Quijote al oír esto dijo que en ocasiones el
único motivo para enamorar es no espantar y que él no espantaba a nadie, y que
además tenia muy buenas virtudes morales.
Siguiendo
el camino hacia Zaragoza Don Quijote y Sancho se encontraron con una vacada la
cual les arrollo y les tiro de sus monturas. Don Quijote y Sancho habían sido
avisados con anterioridad por las personas que conducían la vacada pero estos
no habían hecho caso de sus advertencias.
CAPITULO 59
Prosiguiendo
el camino Don Quijote y Sancho se pararon a comer un poco pero Don Quijote
comenzó a decir que tenia pensado dejarse morir de hambre ya que estaba
totalmente sumido en sus pensamientos. También le pidió a Sancho que se diese
algunos azotes para poder así desencantar a Dulcinea, pero Sancho dijo que no
se los pensaba dar ya que azotarse uno mismo era algo excesivamente doloroso.
Al llegar
a una venta próxima descubrieron que unos caballeros estaban hablando de una
segunda parte del Quijote que se había publicado.
Cuando
Don Quijote leyó algo del libro se quedó asombrado de lo malo que era y de
todas las mentiras que en él se decían. Además decidieron no ir a Zaragoza ya
que según habían dicho esos caballeros el libro había estado en las justas de
la ciudad. Don Quijote también dejó recado a los caballeros de que dijeran y
publicaran la falsedad de ese libro, y dicho esto se marcharon. Al oír todo lo
que Don Quijote había dicho estos caballeros se quedaron totalmente admirados y
se dieron cuenta de que en verdad eran Don Quijote y Sancho.
CAPITULO 60
Al cabo
de unos cuantos días cuando Don Quijote y Sancho descansaban en un bosque, Don
Quijote cogió las correas de Rocinante y con intención de azotar a Sancho, para
contribuir así con el desencantamiento de Dulcinea, se abalanzó sobre él.
Sancho al ver la reacción de Don Quijote le inmovilizó hasta que este juro que
Sancho se podría azotar cuando y como quisiera.
Sancho se
alejo, por precaución, de Don Quijote y encontró a unos bandoleros ahorcados de
unos arboles. Esto demostró que estaban cerca de Barcelona ya que allí
castigaban con esa pena a los bandoleros capturados.
Por la
mañana Don Quijote y Sancho fueron rodeados de improvistos por unos bandoleros,
cuyo jefe sé hacia llamar Roque Guinart. Hechas las presentaciones el bandolero
se alegro de conocer a Don Quijote ya que había oído hablar mucho de él y tenia
ganas de conocerle.
Al cabo
de un rato se les acerco una muchacha que era hija de un amigo de Roque la cual
le pidió que la pasase a Francia y que en su ausencia defendiese a su padre.
Tras ser preguntada por el motivo de esta huida la muchacha contó la siguiente
historia de celos. Vicente, hijo del principal enemigo de su padre y de Roque,
le había dado palabra de matrimonio a ella, pero esta tras oír que él ya se
había casado le mató. Después de su muerte se entero de que en realidad no
estaba casado con lo que su muerte había sido muy tonta y consecuencia de los
celos de ella.
Después
de esto los bandoleros trajeron ante Roque a varias personas a las cuales solo
robo una parte de su dinero, pues no necesitaba más. Uno de sus hombres tras
ver esto dijo que Roque debería ser más samaritano que bandolero. Roque al oír
esto mato a su hombre y dejó libre a Don Quijote y a Sancho para que
prosiguieran su camino a Barcelona.
Al cabo
de unos días llegaron Don Quijote y Sancho a un lugar desde el cual pudieron
ver por primera vez el mar, el cual describieron como lo mejor que habían visto
en su vida.
Al cabo
de un rato se les acercaron unos caballeros que invitaron a Don Quijote a su
casa. Este hombre se llamaba Antonio Moreno y se describió como amigo de Roque
Guinart e invitaba a Don Quijote a pasar unos días en su casa de la ciudad.
CAPITULO 62
En casa
de Don Antonio Don Quijote y Sancho pasaron unos días. El primer día después de
comer Don Antonio les enseño un busto que según él respondía a todo lo que se
le preguntase pero que aquel día no podía hablar ya que los viernes no solía
hablar.
Después
de esto Don Quijote, Sancho y Don Antonio salieron a dar una vuelta y sin que
Don Quijote se diese cuenta le pusieron en su espalda un cartel que ponía:
"este es Don Quijote de la Mancha". Don Quijote al ver que todo el
mundo le conocía se puso muy contento ya que se demostraba así que era un
hombre famoso por sus aventuras.
Por la
noche en una fiesta a la que asistieron dos muchachas sacaron a bailar a Don
Quijote y este tras un rato bailando acabó diciendo que le dejaran en paz esas
muchachas que para él la única mujer era Dulcinea del Toboso. Sancho al ver a
Don Quijote le acostó para que descansara después de tan agitado baile.
Al día
siguiente día Don Quijote y sus amigos fueron a la sala del busto a hacerle
preguntas. Lo que ellos no sabían era que el busto hablaba porque conectado a
él había un tubo por el que llegaba la voz del sobrino de Antonio que sabiendo
quien había junto al busto respondía por conjeturas.
Las
preguntas que le hacían eran fáciles de responder ya que cuando Sancho le
preguntó si volvería a gobernar el busto dijo que gobernaría en su casa y que
dejaría de ser escudero cuando abandonase a su amo. A los pocos días Don
Antonio tubo que dejar la broma ya que sino la inquisición le castigaría.
A los
pocos días Don Quijote visitó una imprenta y vio como en ella estaban
corrigiendo el libro de Avellaneda al que volvió a criticar diciendo que era
totalmente falso.
CAPITULO 63
Al día
siguiente Don Quijote y Sancho fueron a visitar las galeras donde pudieron ver
como eran tratados los galeotes que allí se encontraban. Don Quijote y Sancho
pudieron asistir a una persecución en donde fue capturado un bergantín de
corsarios de Argel. Cuando ya habían apresado este barco decidieron colgar al
capitán pero al ver que era una mujer decidieron darle la oportunidad de que se
explicara.
Doña Ana
era la hija del morisco Ricote, que iba en busca del tesoro de su padre. Ana se
había visto obligada a dar noticia de su tesoro al rey de Berberia el cual
tenia apresado a su prometido Don Gaspar Gregorio, el cual para ocultarse se
había disfrazado de mujer. Doña Ana se había visto obligada a ir en esa nave
con los moriscos que había matado a los dos españoles, por lo que ella no tenia
ninguna culpa. El virrey que estaba allí presente decidió perdonar la vida a
Doña Ana y mando ir a buscar a su prometido a Berberia.
CAPITULO 64
Un día
mientras Don Quijote paseaba, armado, por la playa se encontró a un hombre que
sé hacia llamar el Caballero de la Blanca Luna. Este le dijo que había ido a
buscar a Don Quijote para hacerle confesar que su dama era más bella que Don
Quijote. Don Quijote al no admitir esto decidió batirse en duelo con Don
Quijote. El trato era que si Don Quijote perdía debería de admitir que su dama
no era la más hermosa y debería de permanecer un año de vida sosegada en su
pueblo sin utilizar las armas. Si Don Quijote vencía seria él quien decidiera
acerca de la vida del otro caballero y se quedaría con sus armas, fama y
caballo.
Una vez
en la batalla Don Quijote salió derrotado y humillado frente al Caballero de la
Blanca Luna. Don Quijote se vio obligado a cumplir su palabra y dijo que se
retiraría un año de la caballería pero reafirmo que su dama era la más bella
del mundo. Después de la batalla el Caballero de la Blanca Luna se marchó y a
Don Quijote le llevaron a la ciudad en una silla de mano.
CAPITULO 65
Don
Antonio que había perseguido al Caballero de la Blanca Luna hasta un mesón
descubrió que en realidad era el Bachiller Sansón Carrasco que quería que Don
Quijote volviese a casa a curarse de su locura. Don Antonio al oír esto le dijo
que era tonto ya que quería curar de la locura al loco más gracioso que hay en
el mundo, pero que no le diría nada de eso a Don Quijote para que así cumpliera
su palabra.
A los
pocos días del vencimiento Don Quijote y Sancho volvían a su pueblo ya que
debía de cumplir su palabra. Don Quijote iba a caballo y Sancho andando ya que
el asno llevaba las armas de Don Quijote.
CAPITULO 66
Al pasar
por el lugar donde Don Quijote fue vencido recuerda el momento de su
vencimiento y se entristece. Sancho al oír a Don Quijote le intenta consolar
diciéndole que él estaba contento a pesar de que ya no era gobernador de ningún
sitio.
De camino
Sancho se quejo durante unos cuantos días de tener que ir caminando porque las
armas las tenia que llevar su asno, Sancho sugirió que deberían de colgar las
armas en un árbol para poder así aligerar peso. Don Quijote le regaña
efusivamente ya que según él las armas no le habían hecho ningún mal servicio.
Al cabo
de unos días encontraron a dos vecinos que se habían retado en una carrera solo
que uno era excesivamente más gordo que el otro. El gordo le exigía al delgado
que se pusiera un sobre peso en el cuerpo para que así la carrera estuviese
igualada. Sancho al oír esto dijo que entonces porque no se quitaba el gordo un
equivalente en kilos para que la carrera estuviese igualada.
De camino
a casa Don Quijote y Sancho se encontraron a Tosilos el cual les contó todo lo
que había sucedido en la casa de los Duques en ausencia de Don Quijote y les
ofreció comida. Solo Sancho se detuvo un rato a comer algo pero pronto se
incorporo con su amo.
CAPITULO 67
Hablando
de amores Sancho explica que no entiende en absoluto que es lo que tiene el que
ver con el desencantamiento de Dulcinea pero que se dará los azotes cuando le
apetezca.
Al pasar
por un prado y ver a unos pastores a Don Quijote se le ocurre la idea de
convertirse en pastores durante el año que tendrá que estar parado. Al decir
esto Sancho y el propio Don Quijote comienzan a fantasear acerca de cómo iban a
vivir siendo pastores y se comienzan a inventar nombres para todos sus amigos.
Hablando de ser pastores Sancho y Don Quijote comienzan a ponerle a todos sus
amigos y parientes unos nombres pastorescos muy extraños y burlescos.
CAPITULO 68
En mitad
del sueño de Don Quijote y Sancho, Don Quijote se despierta y le dice a Sancho
que seria conveniente que se diera unos azotes a cuenta del desencantamiento de
Dulcinea. Sancho se niega una vez mas y le dice a su amo que duerma y le deje
dormir.
Poco
después de esto escucharon un gran estruendo Don Quijote y Sancho y al poco
rato le pasaron por encima de ambos personajes un centenar de puercos. Sancho
quiso matar a un par de ellos como venganza, pero Don Quijote dijo que se lo
tenia bien merecido por haber fracasado como caballero.
Al día
siguiente se les aparecieron unos caballeros armados que les obligaron a
acompañarles hasta la casa de los Duques.
CAPITULO 69
Cuando
llegaron a la casa de los Duques vieron a Altisidora tumbada en un túmulo. Al
parecer Altisidora había sido encantada y para desencantarla Sancho debería de
darse veinticuatro mamonas, doce pellizcos y seis alfilerazos.
En ese
momento entraron unas señoras que comenzaron a pellizcar y a pegar a Sancho,
pero los alfilerazos no se los dejó dar. En ese momento comentan Don Quijote y
Sancho la virtud que este tiene para desencantar doncellas ya que siempre le
toca a él pasar por esas cosas. Don Quijote aprovecha para pedirle a Sancho que
se de un par de latigazos para desencantar a Dulcinea, solo que Sancho se niega
a hacerlo.
CAPITULO 70
Don
Quijote y Sancho se acostaron pero tardaron en dormirse porque estuvieron largo
tiempo hablando sobre los encantadores.
Se nos
cuenta que los Duques sabían que Don Quijote iba a pasar por allí porque se lo
había dicho el Bachiller Sansón Carrasco a su vuelta de Barcelona, y habían
decidido gastarle a Don Quijote la ultima broma.
Entró por
la noche Altisidora en la habitación de Don Quijote y tras decirle este que su
amor esa solo para Dulcinea, Altisidora comenzó a decir que todo lo que había
sucedido esa noche había sido fingido y que ella nunca había estado enamorada
de él.
Cuando se
incorporaron a la discusión los Duques, Altisidora siguió insultado a Don
Quijote llamándole feo y otro tipo de insultos relacionados con su triste
figura. Don Quijote al poco tiempo decidió marcharse esa misma tarde.
Cuando
Don Quijote y Sancho se pararon en un bosque cercano Don Quijote le sugirió a
Sancho que le iba a para un cuarto de real por cada azote y Sancho accedió. Al
cabo de un rato azotándose Sancho le dijo a Don Quijote que subiera el precio a
medio real y Don Quijote accedió. Al cabo de unos azotes Sancho comenzó a
azotar a los arboles y de vez en cuando se quejaba para que Don Quijote no
sospechara nada. Al poco tiempo Don Quijote le pidió a Sancho que parara que no
quería que este muriera.
CAPITULO 72
Al cabo
de unos días entraron en un mesón en donde encontraron a un personaje del
Quijote de Avellaneda, Don Álvaro de Tarfe el cual acabó reconociendo que
aquellos que tenia delante eran los verdaderos Don Quijote y Sancho y no los
que describía el autor de su libro, Avellaneda. Don Quijote le pidió a Don Álvaro
que hiciese una declaración en la cual decía y afirmaba que el Quijote de
Avellaneda era totalmente falso y que todo lo que en él se decía era mentira.
A la
noche siguiente Don Quijote y Sancho divisaron la aldea donde vivían y desde lo
alto de la colina Sancho se arrodillo y dijo que allí llegaban los
habitualmente habitantes de la aldea Don Quijote y Sancho los cuales no muy
bien parados pero allí se encontraban sanos y salvos.
CAPITULO 73
De camino
al pueblo Don Quijote y Sancho encontraron al Cura y a Sansón Carrasco los
cuales se alegraron mucho de que Don Quijote y Sancho se encontraron de vuelta
en el pueblo. Una vez en el pueblo Don Quijote se fue a su casa con el Ama y su
sobrina y Sancho se fue a su casa con mucho dinero para dar a su mujer.
Don
Quijote les contó a sus amigos que tenia intención de hacerse pastor durante
ese año y les pidió a sus amigos que le acompañaran en su pastoreo. Los amigos
de Don Quijote asintieron para que Don Quijote no se marchara de casa otra vez
y volviera a las andadas.
CAPITULO 74
Cuando
llegó el medico a la casa de Don Quijote y le vio dijo que seria mejor que se
fuese confesando ya que no le quedaba demasiado tiempo de vida. Don Quijote al
oír eso hizo llamar a sus amigos y les comenzó a decir que era consciente de
todos los peligros en los que se había metido pero que ya había vuelto en sí y
que ya era otra vez Alonso Quijano el Bueno. Sus amigos le intentaban animar
diciéndole que pronto iban ser todos pastores y que Dulcinea ya estaba
desencantada, pero Alonso Quijano les decía que no se burlaran de él que ya era
cuerdo. Tras hacer testamento y dejar una clara muestra de que ya había vuelto
a la cordura comenzó a criticar la actitud de Avellaneda que había escrito un
libro falso acerca de estupideces como las que él había vivido.
Antes de
morir le dijo a su sobrina que, por favor, no se casara con un hombre que
conociera las novelas de Caballerías ya que estas le acabarían llevando a la
locura. Y tras decir esto Alonso Quijano falleció.